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Mostrando entradas de septiembre 9, 2018
Siendo secretario de Estado de Marina e Indias, Julian de Arriaga recibía una carta del virrey del Perú, a la sazón Manuel Amat y Junyent, en la que le informaba de su aportación personal a los fondos del Gabinete de Historia Natural de Madrid. Al parecer, el príncipe Carlos IV, que contaba en estas fechas (1770) con 22 años, era un gran aficionado a coleccionar   rarezas de la naturaleza . Su padre, Carlos III, había pregonado a los cuatro vientos en todos sus dominios la  conveniencia de hacer llegar  al museo todas aquellas piezas y objetos raros, de cualquiera de los tres reinos,   dignas de satisfacer la curiosidad del heredero,   príncipe de las Asturias . La recompensa, de una u otra forma,  estaba asegurada. Manuel Amat pagó de su bolsillo la confección y los gastos de envío de los veinte lienzos que representan las distintas figuras dimanadas de la mezcla de indios y negros... ....He creído que no conduce poco a su il...
 Carlos I, como buen estratega además de soldado, tenía planes que  pasaban por controlar algunos puertos  del norte de Africa que él consideraba esenciales porque podían  servir de coladero a las poderosas tropas del, infiel y siempre enemigo,  sultán otomano. Con los objetivos claros, el ejército español, comandado por el mismo rey, salía de Mallorca hacia Argel en octubre de 1541. En su apoyo venían tropas de Flandes al mando del duque de Alba y las naves del almirante italiano Andrea Doria.  El desembarco en las costas de Argel no pudo efectuarse en peores condiciones. La climatología adversa aconsejaba cautela pero Carlos I, tomando una de las decisiones mas temerarias de su reinado, ordenó un ataque cuyo resultado supuso para su ejército una derrota sin precedentes. A la pérdida de vidas humanas se unió la de animales, naves, artillería y bastimentos, de tal modo que el rey, in extremis,   se vio forzado a ordenar  la retira...