Los favores y los apoyos, de una u otra forma, hay que pagarlos. Esto es así desde in illo témpore y  de momento no parece que haya visos de cambio en este sentido. 

Durante muchas etapas de nuestra historia se usó y abusó de un poderoso recurso para granjearse amistades. Se trataba de   concertar matrimonios entre los miembros de las distintas casas reales, de esta forma se sellaban alianzas, más o menos duraderas, cimentadas en el  terreno emocional y sobre todo en el disfrute, a cambio del compromiso pactado,  de  las sustanciosas dotes que aportaban los contrayentes.

Catalina de Austria, hermana menor de Carlos I, en 1525 partía  como reina hacia tierras lusas    tras  desposarse  en Salamanca con su primo Juan III, rey de Portugal. Poco tiempo después Diego y Alonso de Ribera, siguiendo los dictados de nuestro emperador,  hacían entrega a la dama portuguesa Cecilia Bocanegra, camarera de  Catalina, de una valiosísima dote compuesta de joyas, piedras preciosas, vestidos,  tapices, esmaltes, alfombras, ropa blanca, muebles y enseres.

Tengo que reconocer que he tardado bastante tiempo en transcribir el extenso documento que recoge todas las piezas de que se componía la generosa dote, pero también tengo que reconocer lo mucho que he disfrutado haciéndolo (una no deja  de interesarse en husmear  las frivolidades cortesanas...) . Dejando de un lado los juicios de valor de unos hechos que se remontan cinco siglos atrás,   trataré de escribir algunos artículos detallando  el diseño de  estas valiosas piezas de exquisito gusto.

Un collar que se dice "de las rosas"compuesto por quince rosas de diamantes y quince de rubíes
 puestas sobre otras rosas abiertas, esmaltadas unas de negro y otras de blanco.

Otro collar que se dice "de los balajes" (rubíes morados), que tiene diez balajes y diez ternos de perlas gruesas. Cada balaje y cada terno están en su  pieza de oro y entre pieza y pieza otra pieza de oro de unas rosicas esmaltadas de colores...., más unas rosas que se asen unas piezas con otras esmaltadas de rosicler (color rosa muy claro) y verde y rosado.

Una cinta de ceñir de oro, compuesta de diecisiete elementos de oro, sin el cabo y la hebilla, y nueve tachones (especie de tachuelas) que están asentados sobre un ramal de tejido? de oro rizado. Cinco de los elementos de oro tienen cada uno un diamante triángulo (tipo de talla); otros cuatro trozos tiene cada uno un rubí barrueco (irregular, con aspecto de verruga). Los ocho elementos restantes de la dicha cinta tienen cada uno una perla engastada en un molinete....; más el cabo de la hebilla otro rubí barrueco.

Otra cinta de ancho de dos dedos de terciopelo negro que tiene treinta y tres piezas de oro hechas a manera de cruz, con dos cabos labrados de limazo (caracol), con piezas esmaltadas de colores y en las de cada cabo, cuatro ramales y en cada ramal, tres pinjantes (colgantes).

Otra cinta de cetí (tipo de seda) blanco, de anchor de tres dedos que tiene cincuenta piezas de oro de hechura de unas "M" y en medio de cada una...una cruz. Tiene dos cabos grandes y salen....del uno cinco ramales y del otro, cuatro; y de cada ramal, tres pinjantes.

Otra cinta de cetí blanco que se dice de "las puntas", de anchor de tres dedos,....con veinticuatro piezas de oro grandes, de esmalte;  y de cada pieza salen seis puntas......;los cabos esmaltados, el uno  tiene cuatro chocallos (campanillas) y el otro, dos.

Un joyel (joya pequeña) que se dice "del penacho" que tiene tres diamantes puntas (tipo de talla) y ciento ocho perlas asentadas en trece plumas de oro; y entre perla y perla, una rosica esmaltada de rosicler.

Otro joyel de una esmeralda y dos rosas, una de rubí y otra de diamante y una perla pinjante (que cuelga).

Otro joyel de un diamante punta con tres perlas pinjantes.

Otro joyel con un balaje barrueco (rubí morado de talla irregular), con seis perlas alrededor y otra perla pinjante gruesa, asentado en una rosa de oro; y de la otra parte unas rosicas de esmalte verde y rosicler.

Otro joyel....."de la floresta" que está asentado en una rosa verde abierta......, que tiene un balaje barrueco y en la cima de él, tres perlas; y a las espaldas, unos lazos...

Otro joyel de oro en que está engastado un balaje barrueco; y bajo de él, un diamante jaquelado (labrado o dividido con metal, probablemente oro) barrueco y tres perlas engastadas en sus molinetes; y a las espaldas una estrella de rosicler y blanco y tres asicas de que se cuelga.

Otro joyel... "de la cruz" esmaltado de colores en que está un balaje tabla (tipo de talla) en medio y cuatro perlas, en cada brazo la suya, más otra perla pinjante.

Otro joyelico de una "P" llena de diamantes con un lomico (abultamiento, relieve..) en medio y una perla pinjante. Y en las espaldas una P y una H. Está la dicha P asida en un cierre de oro que tiene un pergamino dentro con muchos misterios...., con una cadenilla.

Otro joyel de oro con un diamante punta (tipo de talla) grande y alrededor...doce perlas engastadas en sus verguitas (barritas delgadas), tiene en las espaldas una verguita en forma de caracol; y en lo bajo un bastoncico de oro.

Otro joyel de un Jesucristo... con una pieza similar a una flecha atravesada, en que están cuarenta piezas de diamantes pequeños y doce rubíes pequeños......y tres perlas peras pinjantes,  y en la otra parte, en lo alto, un crucifijo.

Otro joyel que es un aspa de San Andrés, que tiene cinco diamantes tablas algo grandes ...y de la otra parte a San Andrés aspado, ...con dieciocho cuentecicas de oro y otras cosicas de azabache.

Aunque soy consciente de que puede resultar tediosa la lectura de tan extraordinario ajuar, continuaré, en próximos artículos con la descripción de los objetos que, junto con Catalina, salieron de la corte española y viajaron a Portugal. 











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