JEREZ DE LA FRONTERA SE ORGANIZA :

Tras la muerte de Fernando II de Aragón (rey Católico) la ciudad de Jerez se apresuraba  a rendir pleito homenaje y  jurar - sobre los Santos Evangelios- lealtad a la reina Juana I y a su hijo Carlos I, a quien Nuestro Señor traiga a estos reinos presto con próspero viaje. 

El 17 de febrero de 1516 las autoridades notificaban a la reina Juana las malas nuevas que se habían producido en la ciudad: Sucedió que el conde de Ureña nos escribió una carta.... que puso alteración en esta ciudad porque en ella los grandes de esta comarca tienen parte,  por vivir con ellos algunas personas de esta ciudad;  y cada uno platicaba en su opinión y partido....

Al mismo tiempo, don Pedro Laso de la Vega y de Guzmán, alcaide de esta ciudad  y de Gibraltar y de otras fortalezas, en cuanto supo del fallecimiento del rey Católico se había desplazado a Jerez para custodiar y defender la  fortaleza en la medida de sus posibilidades.  Pero la fortaleza es grande...y quiere mucho recaudo y gasto de gentes y bastimentos y armas y otros reparos.... Como  Pedro Laso no contaba con  capital humano ni material suficiente para  hacer frente a las necesidades de la fortaleza,  nos requirió que la abasteciésemos de los bastimentos......porque el tiempo así lo requería, según los movimientos del Andalucía....Los regidores entendieron que había que arrimar el hombro y aceptaron contribuir con parte de las rentas  que se recaudaban para la corona. Metidos en  faena, resultó que el corregidor de la ciudad, Pero Suárez de Castilla, se opuso en rotundo a tocar los dineros de los reyes hasta tener licencia expresa para ello. Así que no les quedó mas remedio que pedir -y advertir al mismo tiempo-  a la reina, que ordenase echar mano  para este fin, de los maravedíes de las alcábalas...y otros maravedíes de la real recaudación.....O bien - aquí la advertencia-  se pague  de los 4102 ducados de que vuestra alteza se quiso servir,  porque la orden del rey finado así lo decía: que de esto se había de pagar.....

 Por otra parte, Pedro Girón, hijo del conde de Ureña y resentido contra Carlos I por circunstancias personales, nos escribió otra carta, la cual nos puso en desasosiego y bullicio...ya que, al parecer, el aguerrido y temerario Girón, tiene mucha gente de caballo y de pie a punto de guerra y sus acciones armadas  solo acarrearían muchos daños 

Acaba la misiva comunicando a la reina el aviso que, de parte de Juan de Silva y Ribera (asistente en Sevilla), en virtud de ciertos poderes que le harían capitán general del Andalucía, habían recibido: Que estuviésemos prestos para cuando viésemos segundo llamamiento para resistir al dicho don Pedro Girón (capitán comunero).........Acerca de esto que somos requeridos, en esta ciudad hay muchas diferencias, unos diciendo que la ciudad no debe salir porque es necesario estar en la guarda de ella. Otros dicen que debe salir a resistir al dicho don Pedro Girón. En este estado quedan los negocios de esta ciudad......


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