SOBRE LAS CORRIDAS DE TOROS (II parte)

Al hilo de lo tratado la semana pasada  y visto el memorial en defensa de correr los toros, hay que decir que, aunque fueron mayoría los  valedores de la fiesta, no todos los consejeros de Felipe II compartían el mismo sentir. Era el caso del  miembro de un tribunal, posiblemente eclesiástico, cuyo nombre desconozco, que se alzó como férreo detractor de las corridas de toros.  En diciembre de 1573 enviaba un informe al presidente del Consejo Real rogando que  se obedecieran los mandatos papales y se prohibieran de una vez por todas tales festejos. Así lo argumentaba:

Decir que los jinetes se hacen diestros para la guerra corriendo toros....no tiene razón porque la gente mas diestra en la brida es la francesa y alemana; y en la jineta los moros y alárabes (árabes) y nunca corrieron toros....Reproducía  también en el informe  la, a su juicio, sabia  opinión  del  Gran Capitán: Los toros en España enseñan a los hombres a huir....

Además había que considerar  que anualmente se originaban unos gastos nada desdeñables   en toros y por su causa:  más de 6 millones  de oro. Y se cometen más de doce pecados mortales y mueren doce mil toros y mas de mil hombres....

Consideraba   que la bula de Pío V que prohibía correr los toros, había sido una de las grandes mercedes que Dios ha hecho a la España....Y se atrevía a insinuar la posibilidad de que la Liga (Santa Liga, alianza militar) no fuese adelante.....a causa del castigo divino por correr toros,.....pues causan tanto daño y hacen que Dios esté airado contra España. Ponía como ejemplo de barbarie el caso de Medina del Campo, donde murieron muchos hombres en la plaza. Se preguntaba qué ejemplo darían a los fieles  los clérigos que ven en los maestrazgos tales espectáculos.

Quizá fuera ésta la razón mas poderosa  de cuantas proponía para erradicar las corridas de toros: Los hombres deben escaramuzar con hombres y las bestias con bestias.

Unos cuantos años antes el almirante de Castilla advertía al emperador Carlos I, aficionado, al parecer, a tomar parte en  los festejos taurinos: Supe que un toro mató un caballo a V.M. y que justando de un encuentro le desarmaron....Según lo que V.M. debe a Dios, su esfuerzo y fuerza había de guardarse sólo para emplearse en su servicio contra los infieles....(15 de julio de 1524).






Comentarios

Entradas populares de este blog