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Desde que en  1561 Felipe II trasladó la sede de la Corte a Madrid con el consecuente ennoblecimiento de la villa  - patente en edificios suntuosos, fuentes y salidas de recreación -   se venía considerando  la conveniencia de mejorar el aspecto de la Plaza Mayor  ya  que,  por la antigüedad de los edificios, estaba defectuosa. No era tarea fácil.  Los edificios estaban repletos de vecinos  y la plaza era el mayor centro comercial de la ciudad dónde estaban aposentados tantos mercaderes  que era difícil cosa quitarles sus tiendas, almacenes y sitios convenientes al trato. Además había que considerar la gran costa que era forzoso hacer en derribarla toda junta y volver a edificarla. Hechas las cuentas, se resolvió empezar las obras en 1617. Una vez trazados los planos, se comenzaron a cortar los edificios con tanta brevedad que en muchas casas aún se estaban los vecinos en la mitad y la otra mitad estaba ya cortada... En el brev...
En el mes de julio de 1656 la Real Chancillería de Valladolid hacía pública una real  provisión mediante la cuál se ordenaba que también el clero contribuyera a las exhaustas arcas reales. Como era de esperar, a nadie le gusta que le rasquen el bolsillo y la medida causó gran descontento entre algunos Obispos que, capitaneados por el de El Burgo de Osma, D. Juan de Palafox y Mendoza, redactaron y distribuyeron   un memorial muy extenso en el que  argumentaban hasta ochenta y una razones para obedecer y   no cumplir tales ordenes. De nada serviría un gran ejército para ganar la guerra si no se practicara el culto divino con la decencia que se requiere -aseguraban los prelados insumisos -.  Por otra parte, se preguntaban si  podrían absolver tras  la confesión, sin incurrir en gravisimo pecado,  a aquellos  ministros de  S.M. que eran, precisamente, quienes redactaban  unas ordenes contrarias al privilegio de inmunidad  ec...
Maria Cristina de Borbon Dos Sicilias, sobrina y cuarta esposa de Fernando VII, alumbraba una niña el 10 de octubre de 1830.  La niña, Isabel II, heredaría la Corona de España tras algunos conflictos relacionados con el género que hoy no vienen a cuento. Tan contento estaba el Rey por la proximidad del real  parto que mandó expedir  Orden para que se llevaran a cabo celebraciones en todo el reino, incluidos los territorios de Indias que recibían la noticia a través del Ministerio de la Guerra.  El gobernador de Cuba, Francisco Dionisio Vives, con el plausible motivo de hallarse nuestra augusta Reina y Señora en meses mayores de su preñado... daba traslado a sus subordinados para que se señalasen  los días 11, 12 y 13 del presente mes para celebrar tan fausto acontecimiento. Considerando que los meses mayores del embarazo corresponden a la etapa final del mismo, y teniendo en cuenta la fecha del parto, sospecho que fuera en el mes de septiembre cuand...
En el mes de septiembre de 1665 el Papa Alejandro VII convalecía de una grave enfermedad que casi le cuesta la vida.  Luis XIV, el Rey Sol, hacía lo propio tras una aparatosa caída de un  caballo. Y Felipe IV de España  empezaba el mes  con una disentería que acabaría dando al traste con su vida el día 17, jueves.  El cronista que informa por carta, a un destinatario anónimo, de los sucesos acaecidos en Madrid, refiere que después de muerto (el Rey) le serraron la cabeza para embalsamarle y estando haciendo ésto abrió los ojos, con que dicen (que) dijo un curioso:  ha hecho en muerte lo que no había hecho en vida... Para recibir las honras fúnebres, el cadáver se colocó en un gran salón con seis altares a los lados además de otro altar mayor,   donde se dijeron 800 misas en los tres días siguientes al del fallecimiento. Dícese que no se hallaron en palacio 1500 reales, coste del embalsamamiento, y que hubo necesidad de buscarlos fuera. ...
Corría el mes de enero de 1689 cuando los regidores de la ciudad  de Barcelona se vieron obligados a acudir, a través del virrey, a las mas altas instancias judiciales del Estado para tratar de resolver un asunto, a la sazón, complejo. Desde hacía casi tres meses un ciudadano francés, mercader de estampas y alhajas,  pululaba por la ciudad exponiendo su mercancía en el Pórtico de Santiago, que es el puesto más público y destinado para ésto. Acertó a pasar por allí un militar que  dio  aviso a la autoridad  al comprobar que entre otras  imágenes de los mayores príncipes de Europa,  estaban en venta unas  estampas vejatorias contra     S.M. el Rey    nuestro señor,  que Dios guarde, Carlos II. Jaime Gibert, que así se llamaba el francés, fue detenido y puesto a disposición de un juez que no sabía muy bien qué hacer con el reo al no existir precedente de un   delito tan atroz. Los expertos en leyes y doctor...
Diego Sarmiento de Acuña, Conde de Gondomar, al que algunos  autores atribuyen origen gallego y otros leonés  -de Astorga-  despertaba  odio y admiración a partes iguales. Inteligente, culto y astuto supo desempeñar con éxito la labor diplomática que Lerma le había encomendado, seguramente para alejarlo de la corte,  pues contaba con  bazas suficientes para desbancar a éste del valimiento real. Su padre García Sarmiento de Sotomayor era hermano del Obispo de Astorga y en esa ciudad pasaba la familia algunas temporadas de descanso en sus desplazamientos desde Valladolid a Galicia, con lo cuál es perfectamente  posible que hubiera nacido allí. Casó D. Diego dos veces y fue padre de siete hijos con su segunda esposa, cuatro varones y tres hembras.  Las cartas que intercambiaba con su hijo mayor Lope Ambrosio Sarmiento, quien ejercía como portavoz familiar, descubren un personaje lleno de ternura que nada tiene que ver con la inquietante ...
Habían transcurrido ya cinco años desde que  Rodrigo Pacheco de Osorio, Marqués de Cerralbo, desempeñaba el cargo de capitán general y gobernador de Galicia.  En una carta personal fechada el 19 de agosto de 1620 mostraba el  hastío de su labor y el deseo de un nuevo destino para servir mejor a S.M., cosa que no se hizo esperar demasiado  pues, apenas cuatro años más tarde,  tomaba el barco que le conducía  a Nueva España para ejercer de virrey. El destinatario de la carta manuscrita a la que hago referencia no es conocido, sin embargo creo que estoy en condiciones de asegurar que se trataba de D. Diego Sarmiento de Acuña  (Conde de Gondomar,) leonés de pro, nacido en Astorga en 1567 que, a la sazón, era embajador de España en Inglaterra y quien, al parecer, en círculos privados, mostraba también la tensión que le producían sus  obligaciones laborales y el deseo de ser relevado. Cargas laborales aparte, la cuestión es que  aprovech...