Los Reyes Católicos,  auténticos  adalides de la defensa de la religión católica, actuaban con tanto celo para el servicio de Dios Nuestro Señor que sus ordenes y preceptos en ese sentido llegaban  a conmover a sus vasallos.

Los miembros de la Cofradía de la Misericordia de Sevilla solicitaban a SSMM licencia para enterrar a los ajusticiados que no habían sido condenados por crímenes o graves herejías porque, al permanecer en la horca  los cadáveres para escarnio público,  caen o son comidos de los perros.

Mediante EP fechada en Burgos  a 15 de octubre de 1496, la regia pareja accedía a la petición y ordenaba al corregidor de Carmona que permitiera a los miembros de la Cofradía, en adelante, dar sepultura a los ajusticiados.

Comentarios

Entradas populares