Desde que el mundo es mundo, siempre hubo personas que destacaron por su inteligencia,  dotes artísticas, espiritualidad o cualquier otra aptitud  no demasiado común al resto de sus coetáneos. Y digo "personas" aunque hoy  voy a referir, en exclusiva,   los méritos que hicieron de algunas mujeres una excepción en el tiempo que les tocó vivir.

Alfonso V de Portugal y su esposa Isabel, en febrero de 1452, en Lisboa,  tuvieron una hija llamada Juana que, desde su niñez, mostraba una profunda religiosidad e inclinación al sacrificio,   hasta tal punto de que con estameñas inferiores compradas secretamente, encargó a sus damas que le cosieran túnicas interiores cortas de mangas y angostas, muy incómodas de llevar, para, de esta forma  tan peculiar, hacer penitencia. Renunció al matrimonio, escribió (o se le atribuyen)  algunas obras llenas de misticismo y decidió profesar en un convento en Aveiro donde fallecería tras una larga enfermedad originada, al parecer, por un envenenamiento intencionado. Pues bien,  esta Santa Infanta a quien hoy se venera,  fué quien instituyó la costumbre que, por cierto, continúa practicando el Papa Francisco, de lavar los pies a doce pobres el día de Jueves Santo.

 Dña Beatriz Galindo, natural de Salamanca y apodada la Latina por su  absoluto dominio de esa lengua,  ejercía con éxito notable,  como  maestra de la lengua latina de la Reina Católica. Allá por el año 1506 fundaba en Madrid un hospital al que, como al barrio, se llamó de la Latina,   homenajeando así   la erudición de Dña Beatriz. 

El día 11 de julio de 1522 fallecía en Alcalá de Henares  Antonio de Nebrija, oráculo de la lengua latina cuya gracia parece que heredó una hija suya, pues excedió en esta ciencia a los hombres mas inteligentes de aquel siglo.... Se llamaba Sabina de Solís y era muy docta en la lengua latina y en la poesía; casó con D. Juan Romero, quien desempeñaba el cargo de Oidor en la Real  Chancillería de Valladolid. Murió en Sevilla en diciembre de 1553 y está sepultada, junto con su marido e hijos, en la Colegiata de San Salvador de esta ciudad.

Hacia finales  del año 1581 fallecía Cecilia de Morillas, mujer que supo las lenguas castellana, portuguesa, latina, toscana, francesa y griega y no tuvo en su siglo igual en Teología, Cosmografía, Pintura, Astronomía y Música...Era natural de Salamanca y una de las escasas mujeres de su tiempo que  participaba activamente  en reuniones donde se trataban temas científicos. Su marido, sabedor de la cultura y capacidad intelectual de Cecilia, se dejaba asesorar por ella . La mayoría de sus hijos, varios de ellos clérigos,  heredaron la inteligencia materna y llegaron a destacar en varias disciplinas; tal es el caso de  fray Diego de San José, quien describió a su madre, no sin pasión filial,  como un dechado de virtudes que abarcaba  inteligencia, espiritualidad, refinamiento, bondad, sabiduría.....y hasta habilidad manual y buen gusto, pues se la consideró la inventora de las flores de mano.... que no eran otra cosa que  flores artificiales que imitaban la forma y color de las naturales aunque no se marchitaban.


Comentarios

  1. Por favor, ¿podría indicar las fuentes utilizadas para su publicación?

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  2. Si. Analizo decenas de documentos manuscritos que, en este caso concreto, obran en la Biblioteca Digital Hispánica. Mis publicaciones son el resultado de sintetizar la información que me aportan.
    Un saludo.

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  3. He de decir también que tengo la costumbre de contrastar los textos, siempre que es posible, por si hubiera errores. Trato de ser lo mas rigurosa posible.

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