Felipe V  y sus asesores, conscientes de la importancia que para la economía del país suponía  la actividad  industrial, trataban de tomar medidas encaminadas a la modernización y al aumento de  la productividad de los trabajadores a través de incentivos a la asistencia al trabajo y a las buenas prácticas laborales.

Tal es el caso de los privilegios que se otorgaban, en 1731,  a todos los profesionales relacionados con la fabricación de paños en Alcoy  (Alicante). .....Que los maestros cardadores, emborradores, tejedores, tundidores y  tintoreros,  así como todos los oficiales y aprendices que lleven trabajando, al menos, un año completo y sigan en su puesto...sean exentos de cargas concejiles y de dar bagajes y alojamiento a las tropas.

Un ejemplo reciente de modernización  industrial lo constituían  las instalaciones textiles de Guadalajara, cuya titularidad correspondía a la Corona y proporcionaban empleo directo a unas 1.100 personas. Estaban situadas muros adentro, subiendo por el puente de su río Henares,  que  proporcionaba el agua necesaria llegando  a la fábrica a través de canalizaciones de sillería capaces de aguantar las frecuentes avenidas del otoño e invierno. 

La fachada principal,  bien revocada y surtida de balcones y rejas de hierro cubiertas o barnizadas de pintura verde, llamaba la atención de todo pasajero de la  carrera de Barcelona y de un buen número de visitantes,  ex profeso, nacionales y extranjeros que coincidían en alabar y pintar de color de rosa  todo lo relacionado con la gestión  del trabajo y la calidad del producto final.

D. Antonio Martínez de Murcia, habiendo sido su director  durante siete años, describía profusamente, en 1743, las instalaciones. 

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La oficina de los tintes está separada de la casa/fábrica por libertarla del fuego perenne y abundante de las tinturas... Esta oficina es de una larga tirantez a dos bóvedas proporcionadas, con abundantes luces y otra bóveda menor situada a la espalda de las anteriores por donde pasa el fuego a las hornillas de las calderas.

Sobre las bóvedas hay un amplio tendedero cubierto para lanas y paños. 

Tiene   dos cubas o tinas empotradas en el suelo  tres o cuatro varas. Y una caldera muy grande de azófar con capacidad para teñir de una vez siete y más arrobas de lana limpia o de paño en pieza.

Esta sala de tintes cuenta con comunicaciones de agua de pié  con sus llaves,  que facilitan no usar de cubos o calderos para proveer, ni aún para los  desagües de las calderas por practicarse con bombas que ligeramente las evacuan y van a parar, mediante conducciones, al campo o al río.

Todo el proceso, desde el lavado de la lana sucia hasta el tejido de grandes piezas destinadas a la confección,  se desarrollaba en la fábrica. El salario anual de un maestro rondaba los 6.000 reales de vellón anuales  mientras que un aprendiz de cualquiera de los oficios ganaba entorno a  1.000. El responsable de los asuntos jurídicos, gubernativos y contenciosos cobraba 24.000 cada año.

Muy  digno de destacar, a juicio del autor,  ....un régimen, aplicación y modestia en los trabajadores que ni la menor palabra disonante o indecorosa advertían,  ni se les permitía.....