la Guerra dels Segadors  es como se denomina  la sublevación de los catalanes contra Felipe IV allá por el año 1640. El resultado inmediato supuso que una parte de Cataluña pasara  a depender, durante algunos años,  de la corona  de Francia. 
Así pues,  Luis XIV nombraba, en 1644,  virrey de Cataluña y el Rosellón al mariscal de la Mothe. Éste conocía la zona por su experiencia militar aunque  no era persona  precisamente del agrado del pueblo catalán quien, a través de sus embajadores, el abad Montpalau y D. Francisco Sala,  intrigaba  para que fuera sustituido por el conde de Harcourt, Enrique de Lorena.
Pero el de Harcourt no estaba por la labor de aceptar la propuesta y escribió una carta  al rey exponiendo las razones por las que no deseaba tal cargo. La carta es larga y la pluma de su autor  no deja lugar a duda acerca de la desconfianza que siente hacia los catalanes.

Los vasallos....cuando se hallan incapaces para servir, lo deben conocer y manifestar apartándose de todo género de ambición.

....porque el conocimiento de los naturales y sus términos y afectos es la principal cualidad para un buen gobierno y por esta razón es más a propósito el mariscal de la Mota, particularmente en un estado nuevamente conquistado donde la máxima principal consiste en la comprensión de la traición o de la fidelidad....

...se me ofrece dificultad insuperable en el gobierno de los catalanes porque verdaderamente en el exterior parecen nuestros naturales franceses pero en el interior son castellanos viejos. Y es menester advertir que la afición a España se la dio la misma naturaleza pero la afición a Francia la tomaron por violencia y necesidad.

Los catalanes jamás tiene los ánimos donde tienen los cuerpos; mientras obedecían las leyes de España tenían el corazón en Francia, pero al presente que tienen el imperio de Francia se les ha huído la voluntad.  Y así, se puede decir que jamás es esta nación del dueño que la predomina porque quien la pierde, la gana y quien la gana, la pierde.

Los estadistas franceses.... refieren que el año pasado se ausentó de Tarragona uno de aquellos ciudadanos llamado Antonio Conill porque se le empezó a descubrir cierta intención en favor de Francia; y éste mismo ha sido este mismo año ahorcado? en Barcelona porque disponía los ánimos de la plebe, secretamente,  en favor de España...

He visto algunas cartas del mariscal de la Mota y particularmente una que escribió  este presente año de 1644 al duque de Chiunler poco después de la (de)rrota que recibió en Lérida, atribuyendo a los catalanes aquella  desgracia porque no quisieron ni obedecer ni pelear; y afirma que más temió ese día al enemigo doméstico incorporado en sus escuadrones que al forastero que le embestía por la frente... 
Y suele decir en secreto a su familia que en Cataluña saben "entonar las vísperas" como en Sicilia (matanza de franceses en 1282 a la hora en que las campanas de Palermo llamaban a vísperas) y por esta causa  ningún mariscal usó jamás en ningún lugar tan numerosa guarda para su persona...pues siempre le asisten cuatro estandartes franceses....
....Y así parece temeridad confiar a la nación catalana los puestos y acciones militares....porque ninguno vive seguro conociendo las víboras que tiene en el seno.

Cómo  (Sire) me resolveré a tomar la administración de tan dura provincia, apartada de todo conocimiento de humano consejo?....

Muy a su pesar, acabó siendo nombrado virrey de Cataluña en 1645. Era un militar de reconocido prestigio y   quien daba las órdenes era Luis XIV.






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