El marqués de Tábara se gastó una fortuna en el atrezzo  de unos juegos de cañas y parejas que se celebraron en Valencia a partir del día 12 de diciembre de 1765 (este tipo de espectáculos ocupaban  varias jornadas). Los nobles invitados al evento fueron agasajados como correspondía a su estado y, al finalizar las actuaciones, todos volvieron a las casas de su habitación contentos y felices.

No es preciso que aclare que el menú diario de los miembros  de la nobleza no era el mismo que el del personal  que estaba a su servicio, que iba, venía, montaba escenarios, aseaba y vestía las caballerías o abrillantaba las trompetas que anunciarían la representación. Aún así,  estos trabajadores eran afortunados si tenemos en cuenta las condiciones de vida de la gente  más humilde.

De eso precisamente, de algunos aspectos relativos a la alimentación que me han parecido curiosos, quiero ocuparme en el artículo de hoy.

Una libra de carne magra de vaca o de carnero, la  más consumida,  se podía adquirir por 1 real y medio, mientras que una libra de  sebo de vaca valía 3  y medio.  La misma cantidad de tocino 3 reales en tanto que el pernil se pagaba a 1 y el lomo a 2 reales/libra.  Una gallina costaba 7 reales y un pollo 4, lo mismo que un conejo o un par de perdices o un pichón o una docena de cangrejos de río o una coliflor o  cuatro naranjas dulces o una libra de azúcar de pilón.

Algunos artículos tenían un precio prohibitivo para el estado llano. Un cochinillo  o un cabrito lechal  no se podían adquirir por  menos de 22- 24 reales/unidad, ambas carnes muy del agrado de la señora marquesa de Tábara. Una libra de manteca de Flandes costaba 8 reales, igual  que una liebre o un pato silvestre (uno doméstico se pagaba el doble) o una arroba de zanahorias o  una docena de limones o una botella de rosolí de Francia.

Se consumían muchos productos que hoy se expenden en  casquería porque los precios eran más asequibles que los de otros alimentos: lenguas y patas de carnero, salchichas finas y comunes, lenguas  de vaca, chorizos para la olla, redaños de puerco, sesos...

Los vinos, muy presentes en todas las mesas, abarcaban un amplio abanico de precios  según la calidad o la dificultad para adquirirlos. Así pues, el vino tinto "peleón" se pagaba a 40 reales/arroba; el blanco era un poco más caro llegando a valer 48. Una botella de Pedro Ximénez costaba 9 reales. El vino de Sitges o el blanco de Burdeos alcanzaba los 10 reales/botella. El de Burdeos 20 y el champaña blanco 24.
Lechugas, escarolas, cardos, berzas, lombardas, espinacas, apio y cebollas formaban parte de la dieta y su precio, salvo excepciones como el de la coliflor o el brócoli, no era excesivo. 

El arroz de Levante se cotizaba a 5 reales/libra y el mismo peso de macarrones a 4 reales. Una libra de garbanzos apenas costaba 1 real, la misma cantidad que dos pares de sesos de carnero.

Las frutas, en general, se consumían en compotas o confitadas, peras, camuesas, esperiegas, uvas... Se elaboraban helados con naranjas  amargas y limones. Los melones  junto con tomates, rábanos y especias servían para hacer salsas. 

No parece que abundara demasiado el pescado fresco en la dieta, a pesar de ser Valencia una ciudad costera.  Su precio era de 6 reales/libra. 

Entre los postres  mas habituales  en la cocina  valenciana de mediados del siglo XVIII, sobresale  la bizcochería, la confitura blanca, compota de peros, yemas,  mazapanes, mostachones, queso de Holanda (a 4 reales/libra),  chocolate (a casi 10 reales/libra) y  café.

Teniendo en cuenta el gusto de la época por los platos muy condimentados, es de destacar el lugar que ocupaban las especias de todo tipo: canela, clavo, pimienta negra y blanca, nuez moscada, azafrán tostado (la más cara de todas ellas, a 60 reales/media libra), jengibre,  estragón, perifollo, perejil, alcaparras (para guisar liebres y conejos) o cochinilla (muy codiciada como colorante alimentario llegando a alcanzar el precio de 30 reales/media libra).

Un ayudante de cocina cobraba de salario 8 reales al día. 
Sería muy  interesante conocer costumbres culinarias y precios de materias primas de otras regiones de España en la misma época para poder comparar.

Todo se andará....









Comentarios

Entradas populares