La reina Maria Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de Felipe V, fallecía el 14 de febrero de 1714 mientras su esposo se ocupaba en alguno de los asuntos que comandaba la influyente y caprichosa princesa de los Ursinos. Todos los Consejos: Castilla, Hacienda, Guerra e Indias se resintieron de las mudanzas de la princesa debidas a su humor inquieto y alterado.....que, por sus sugestiones, turbaba la corte. Ambos monarcas habían concedido excesiva libertad a la de los Ursinos, causa de tantas persecuciones y movimientos irregulares como han agitado a España.
La pérdida de la reina afligió mucho al rey, que es la bondad misma. Se creyó que a la reina le era poco favorable el aire y el temperamento de Madrid. La enfermedad de lamparones, que padeció en la última etapa de su vida, pensaban los galenos que se debía a la mudanza de país y alimento.
Traía un lienzo o banda que le ceñía la garganta con que casi no se le conocía el mal. Había parido unos hijos muy robustos y cuando parió al infante D. Fernando, que fue el último, se le agravó mucho el mal.
Ciertamente, Maria Luisa falleció cuando la Guerra de Sucesión daba sus últimos coletazos y la esperada paz empezaba a inundar todo el reino de España.
Tras su muerte se procedió a eviscerar el cuerpo para su posterior embalsamamiento. Los médicos de S.M., presentes en el acto, hallaron el hígado y el pulmón ulcerados y llenos de pequeñas piedras, algunas de ellas muy puntiagudas.
El rey Felipe tomó tal pesadumbre que no soportaba la vida en las estancias palaciegas que había compartido con su esposa.La princesa de los Ursinos decidió que para mitigar la melancolía del soberano, lo mejor iba a ser abandonar el palacio y trasladar la residencia real a la casa del finado duque de Medinaceli. Sin embargo, la nueva residencia no tenía capacidad suficiente para alojar al crecido número de cortesanos y familiares del rey por lo que la princesa, dueña absoluta de la voluntad del rey, no tuvo ningún reparo en ordenar la ocupación de un convento de capuchinos contiguo a la casa.
Esta mudanza fue muy notada por la profanación de un convento....Se quitó el Sacramento, se deshicieron los altares y se desenterraron los cadáveres, que fueron transportados a otro lugar.
Los capuchinos se trasladaron en procesión ala nueva residencia que les fue asignada.
En el nuevo palacio en que el rey estaba encerrado con el pretexto de alimentarse de su dolor y llorar la muerte de su esposa, no se oía ni escuchaba a otra persona que a la princesa de los Ursinos. Comía con el rey y otras familiaridades que con ninguno había usado jamás......Y aún se llegó a decir que concibió algún designio de ser reina de España, no obstante la desproporción de su edad y de su estado.......Y que se contentaría con el título, dejando que el rey desempeñase con otra el placer que no podía tener con ella.....
Finalmente, ella y el cardenal Alberoni, acordaron que la candidata ideal para desposar al rey en segundas nupcias era Isabel de Farnesio.
Comentarios
Publicar un comentario