La afición a las joyas  de los miembros de la realeza española, tanto  los Austrias como los Borbones, es digna de mención.  Ambas sagas familiares poseyeron piezas extraordinarias, recargadas,  muy pesadas  (el peso y el tamaño  de las joyas era lo más valorado) labradas expresamente por los mejores orfebres siguiendo  los gustos europeos  del momento.

 Buena parte de estas piezas se empeñaban para conseguir efectivo de los banqueros europeos y costear los crecidos gastos de las continuas guerras....En septiembre de 1583Guillermo Founch firmaba un documento  como prueba de haber recibido de manos de D.Pedro de Mendoza, embajador en Génova, en virtud de  orden expresa de Felipe II ,.......una arquilla de madera cubierta de cuero negro, dorado, metida en un saquillo de lienzo colorado...y dentro un collar de oro labrado, guarnecido de pedrería en que hay 4 rubíes, 5 diamantes grandes y otros 4 menores con 24 perlas gruesas colocadas de tres en  tres...

 Otra  parte importante de las joyas se destinaba al pago de dotes de príncipes, princesas, infantes e infantas  y a sobornos de una u otra índole. Muchas de las piezas se quedaban en la casa real para uso propio y se  iban transformando con el paso del tiempo siguiendo las directrices del gusto y de la moda .

La materia prima era barata, llegaban de continuo los bajeles  procedentes de las Indias cargados de oro, plata y piedras preciosas que extraían de las minas  los trabajadores a cambio de un exiguo  salario o a cambio de nada.

En 5 de marzo de 1518  está fechada una carta de un tal Pasamonte al monarca. En ella le  asegura que en... dos o tres días saldrán dos naos de este puerto de Santo Domingo (isla Española) con destino a Cadiz, que portan 5000 castellanos de oro que Diego Velázquez envió a estos padres jerónimos y a mi....; y 66 marcos de perlas .....de los que yo tenía (cada marco correspondía  al peso de media libra, 230 gr. aprox.)...Otras dos o tres naos quedan en este puerto que partirán presto... y se enviará todo el oro y perlas que quedan.

Ingentes cantidades de estas materias llegaron a los puertos españoles con destino al real erario que, no solamente recibía el producto de sus propias explotaciones sino también un suculento porcentaje de la producción de las  minas  que los empresarios particulares ( en general, miembros destacados de la nobleza) explotaban.

En los primeros años del siglo XVII (falta la fecha exacta  en el manuscrito) una de las dos  hijas de Felipe III (Ana Maria Mauricia o Maria Ana) que llegaron a reinas consortes al casar (en 1615 y 1631 respectivamente) con los herederos de Francia y del Sacro Imperio Romano Germánico, portaba como dote algunas joyas que paso a describir.

Un collar que le dio el rey, nuestro señor, de oro esmaltado que lleva 22 perlas finas muy gruesas redondas y otras 22 piedras grandes, las 10, diamantes, las 8, rubíes  y 4 esmeraldas.
Un joyel que le dio la reina...que es brazalete que se dice de las flechas de oro. Tiene una punta muy grande de diamante y un rubí muy grande entre perlas muy gruesas redondas. En sus molinetes, entre las piedras, lleva más por pendientes otras 5 perlas muy mayores ...asidas en las puntas de las flechas.
Un collar que le dio el señor príncipe, de oro, que se dice de los cordones, que lleva 20 balajes (rubí de color morado) grandes y 108 perlas, las 60 muy gruesas entre las piedras y las 48 menores.....sobre unas rosas de oro.
Un joyel que le dio el príncipe, de oro, que se dice de la rueda, que está hecho de una floresta esmaltada de verde. Lleva un balaje muy grande y 7 perlas gruesas.

La primera esposa de Carlos II, Maria Luisa de Orleans, fallecía en la flor de su juventud. En su testamento legaba algunas de sus joyas de esta manera: 

Mando que por mi estimación y cariño se dé al rey, mi señor y mi esposo, mi aderezo entero de diamantes.
A la reina, mi señora y mi madre (en realidad, suegra), el aderezo de turquesas para que lo tenga por prenda y recuerdo de mi aprecio.
Por lo que le amo, le venero y le he debido siempre.....la joya y pendientes de perlas ( a su padre, el duque de Orleans). 
Las arracadas de esmeraldas... (para su madre). 
Disponía también que se entregaran a sus hermanos....el aderezo de todas piedras...., los perendengues de perlas....y  la gargantilla gruesa.....
Era el 12 de febrero de 1689.












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