De todos es conocida la adhesión de Cataluña al heredero de  la casa de Austria durante la Guerra de Sucesión española, tras la muerte de Carlos II.

En la Biblioteca Nacional obra un manuscrito de fácil lectura que cualquier persona interesada puede consultar. Se titula: Nuevas Constituciones que piden se le concedan al Principado de Cataluña por la Fidelidad que han mostrado y muestran al señor Archiduque (sic).
Aunque es bastante extenso, paso a transcribirlo en su totalidad siendo fiel al texto original. Carece de fecha pero es fácil imaginar que data de los primeros años del siglo XVIII.

Primeramente, que se borren de todos los archivos reales y públicos todas las escrituras y memorias de levantamientos de Cataluña, del tiempo que dicha provincia ha estado bajo el dominio de los reyes de España. Ni se permita la renovación de ellos.



Que en caso que falte la sucesión a esta corona y haya de venir príncipe extraño, no pueda elegirse tal príncipe sin consentimiento de los catalanes.



Que sean dueños los catalanes de proveer entre los de su nación seis encomiendas, las mayores de Castilla.



Que todos los empleos militares, civiles y criminales que hay en los dominios de Castilla, que no pueden obtenerlos sino castellanos, en adelante sean provistos entre las dos naciones alternativamente.



Que no se bata ningún género de moneda si no en Cataluña. Se entiende plata y oro.



Que ninguna prebenda eclesiástica ni obispado sea conferido en ningún castellano.



Que al reino de Navarra se le quiten todo género de armas, permitiendo sólo a los nobles la espada, de la misma forma que hizo el duque de Anjou en Aragón. Y ésto por estar confinantes.



Para el comercio del océano se conceda a Cataluña el puerto de Santander. Y que pueda poner gobernador y guarnición catalana.



Que La Coruña y su puerto se conceda a toda la corona de Aragón, excluyendo a los sevillanos.



Que en dicho puerto se transfiera el comercio de Las Indias, desposeyendo a Cadiz y Sevilla.



Que en Las Indias se les conceda un puerto para su comercio. Y en lo demás de Indias no pagarán más que la mitad de los derechos ejecutivamente. Si van con embarcación extranjera, que entonces pagarán por entero.



Que en la mar tendrán todos los honores superiores a toda la nación española. Y la capitana y almiranta sean catalanas.



Que así como se intitula Corona de Aragón, en adelante se intitulará de Cataluña.



Que el inquisidor mayos, patriarca, cardenal de Toledo no se proveerá jamás en castellanos.



Que el Consejo Secreto de S.M. se componga de la mitad de catalanes.



Que la corte haya de estar de asiento en la Corona de Aragón.



Que todo el gasto de las tropas que militaren en Cataluña, así en guerra como en paz, se pague de los derechos de Castilla. Y no deberán dar los catalanes ni aún el simple cubierto,  menos  que no sea pagando.



A los naturales de Madrid se les quitará todo género de armas. Y para mayor seguridad se formará una ciudadela a costa de ellos. Y que el gobernador sea catalán.



Que los lugares de la Corona de Aragón que se hayan mostrado afectos al partido contrario, no puedan gozar privilegio ninguno, ni ellos ni sus descendientes, y se excluyan para siempre todos los honores, pretensiones, empleos y dignidades de toda la monarquía.



Que las Castillas restituirán el dinero que, en las cortes de Cataluña, cobró el duque de Anjou. Y se resarcirán los daños que han padecido durante la guerra las ciudades de Lérida, Tortosa, Conca de Trem(p) y Balaguer.



Todo lo que con el tiempo se conquistare a Francia, confinante a Cataluña, recaiga en derecho y jurisdicción de dicho Principado.



Que toda la nobleza de este Principado que ha seguido al duque de Anjou se borren del número de nobles y sus rentas se aplique para el hospital real de la ciudad.



Que cualesquiera que haya sido fiel  a la otra parte contraria y quisiere volver en gracia por servicio o por dinero, que no se le admita.



Que, en caso que los altos aliados abandonen a Gibraltar, se conceda el gobierno perpetuo de aquella plaza a uno de los naturales catalanes.



Que a la esclarecida casa de Pinós, por su señalada  fidelidad y servicios, se le haga donación de la villa de Molina de Aragón con el dominio y  que en ningún tiempo pueda alegar derecho la corona.



Que los de Vique (Vic) puedan añadir al escudo y blasón de sus armas una águila imperial. Y que vuelto Perpiñan a los dominios de España haya de ser siempre gobernador uno de Vic.



Que todas las armas que fueren menester para los ejércitos y plazas del rey, no se puedan fabricar en otra parte que en Cataluña.



Que les sea permitido a los catalanes cortar madera para embarcaciones en los montes de Vizcaya sin pagar nada.



Que de la primera  flota que venga, estando S.M. en su pacífica posesión de la monarquía, se dará a la ciudad de Barcelona cinco millones de ayuda de costa para ayuda del puerto que nuevamente está delineado en la tarazana.



Que todo lo que Aragón posee de esta parte del Cinca se incorpore a Cataluña. Y en recompensa cede Cataluña a Aragón la castellanía de 200.000 escudos, obligándose el rey dentro de tres años a pagar la referida cantidad.



Que la armada del mar haya de invernar en el puerto de Barcelona  luego que el puerto lo permita.

Que todo el derecho que tiene S.M. en el puerto de esta ciudad, hace donación a  dicha ciudad  y ella ofrece puerto franco a todas las naciones de la Europa y fuera de ella.

Que la guarnición de Pamplona, de las tres partes las dos, hayan de ser,  con el gobernador, catalanes. 

Que ningún rey pueda deshacer los cuerpos de fusilería de montaña de Cataluña.

Que en Jaca no haya de haber otra guarnición que de la Corona de Aragon.

Y finalmente, que todos estos privilegios se hayan de colocar en el lugar de más estimación del Real Archivo, habiendo precedido para confirmación el llano consentimiento de todos los reinos de esta monarquía. Y en caso de no convenir algunos, el rey se obligue con las armas a la aceptación.

La incorregible terquedad de la Historia.




Comentarios

  1. Nos dices que el manuscrito en cuestión se encuentra en la Biblioteca Nacional. ¿No sería en La Codorniz?
    ¡Mas madera Raquel!

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  2. Si.En la Biblioteca Nacional. Puede consultarse sin problema porque está digitalizado y es de muy fácil lectura. Habrá más entregas al respecto.

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