La cárcel de Béjar (Salamanca), allá por el año 1629, necesitaba una profunda remodelación, entre otras cosas para aumentar la seguridad y evitar que los reos rematados ( condenados) pudieran fugarse.
Ejercía como alguacil mayor de la prisión Bautista Hernández, quien presionaba al duque de Béjar, señor del territorio y de la cárcel, advirtiéndole del mal estado de las instalaciones y de la posible huida de cuatro reos, condenados a muerte por ladrones, que estaban a la espera de ser ejecutados.
Además de la reparación de las paredes, puertas y rejas, urgía aderezar las prisiones y hacer de nuevo esposas y un brete...., que no hay más que dos bretes y dos pares de esposas y son menester cuatro pares y tres bretes....
Ese mismo año de 1629, el duque autorizaba el inicio de las obras. Los gastos se repartirían según la costumbre entre la villa (cuarta parte) y su tierra (tres cuartas partes).
He tenido serias dudas acerca de incluir en este artículo algunos datos que, por ser tan explícitos, puedan desagradar al posible lector. Sin embargo, me puede el deseo de mostrar las escenas del pasado tal como ocurrieron, creyendo además que puede ser un buen motivo de reflexión el escaso valor que se confería a la vida de una persona en determinadas circunstancias así como la naturalidad con la que se trataban situaciones de tal crueldad como la que voy a referir.
El 28 de febrero de 1629, antes del inicio de las obras de reforma de la prisión, habían sido ejecutados en Béjar dos ladrones que fueron apresados pocos días antes. D.Francisco de Robles Villarejo, a la sazón corregidor de la villa, firmaba una memoria de los gastos que tenía que pagar el vecindario como consecuencia del luctuoso suceso.
El verdugo residía en Plasencia, con lo cuál un correo hubo de desplazarse allí (cobró 12 reales) para concertar la fecha de la ejecución. Otro enviado se encargó de ir a buscarlo el día señalado con una cabalgadura y una mula. Éste cobró 36 reales por su trabajo, sin contar los 10 reales que costó el alquiler de cada uno de los animales.
En cordeles y sogas se gastaron 41 reales....De clavos para la horca.... De soguillas para los serones... De la hechura de la horca y vino para el operario, 30 reales... De los que ayudaron a poner los palos, 2 reales para vino....De la hechura de las escaleras de la horca, 8 reales...Un real y medio a quienes llevaban las cabalgaduras de los ahorcados...
Del salario del verdugo 316 reales además de los 24 que se pagaron al mesonero Solís por su alojamiento durante dos días.......
Dos pares de guantes (4 reales) y un cuchillo (5 reales) al verdugo para deshacer los cuartos (descuartizar a los reos)....De sebo para untar los cordeles, 5 reales....
De dos guardas que guardaron los cuartos una noche por que no los comieran los perros, 4 reales.....
El total de los gastos ascendió a 569 reales. El duque adelantó la cantidad de 500.....,los cuales se han de volver a su excelencia de gastos de justicia.
.....Y se pusieron los cuartos en palos, en los caminos, para escarmiento de otros......
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