En el ocaso de su vida Felipe II elegía como camarera mayor de su flamante nuera, Margarita de Austria, a Juana de Velasco, duquesa de Gandía. Era un cargo apetecible por la generosa remuneración, los agasajos y sobre todo por las influyentes relaciones que podían surgir. 
El rey firmaba la carta dirigida a la duquesa donde se glosaban las obligaciones   y responsabilidades del cargo de  camarera mayor,  muchas de ellas encaminadas a salvaguardar la honestidad de la futura reina y  de las mujeres que pululaban entorno a su figura.

Habéis de tener particular cuidado de estar a todas las horas con ella teniendo gran cuenta con el servicio y respeto y acatamiento que se le debe...

Y estando la princesa sola habéis de dormir en su cámara, en cama en el suelo con su sábana que la cubra; y también dormirá en la cámara la dueña de honor mas antigua....

Y cuando el príncipe, mi hijo, durmiese en la cámara de la princesa, dormiréis en la cámara mas cercana a la suya que hubiere en la parte de las mujeres...

Todo un séquito de empleados estaban a las órdenes de Juana de Velasco: dueños, mozos y mozas de retrete, damas, mozas de cámara,  lavanderos, costureras, escribano de cámara, reposteros de camas, lavanderas de cuerpo, sastres....

Pondréis autoridad a mandar y reprender,  en la cámara y todo el aposento de la princesa, a las damas en caso que no estén con la reverencia y respeto que deben, o si dieren causa para ello  así en lo que toca a la templanza y modo de hablar y reir y andar como en las demás cosas,...sin permitirles que excedan.

Las damas referidas no deberán  inmiscuirse en negocios de particulares.....ni se ocuparán sino en servir a la princesa.

Especial cuidado se tendrá cuando su alteza monte a caballo, suba al coche o se coloque en   litera para ser transportada, de que ....no llegue  el mayordomo mayor ni caballerizo mayor ni otro alguno a su persona a aderezarle las faldas.....solamente la camarera mayor y, en su ausencia, una dama de honor. 

A las mujeres empleadas en el  servicio de la princesa Margarita les estará prohibido recibir obsequios del exterior,....ni  aunque fuese comida. Tampoco podrán ausentarse por otra razón que no fuera una visita  (previa autorización)   por causa justa....a  casa de sus padres; en este caso deberán ir acompañadas de un repostero de camas de los mas viejos o un montero, yendo él a caballo, o la llevará su padre de la misma manera....

No permitiréis que en la cámara de la princesa se reciba ni dé ningún papel para nadie...

...Después que las mozas de cámara hayan quitado las sábanas y las demás ropas de la cama, arrollado y cubierto  los colchones, se salgan ellas y entren los reposteros de camas y tapiceros. Y sin llegar a los colchones, limpien las cortinas y lo demás...Y después se salgan ellos y tornen a entrar  las mozas a hacer la cama  de la princesa.....

Cuando la princesa se hubiere de tocar os hallaréis presente y tendréis mucho cuidado de que no estén allí sino la dueña a cargo de los tocados...y las mozas de cámara ...

Las damas de Margarita ocuparán una estancia a la que conduce una escalera a la que,  a su vez,  se accede a través de una puerta cerrada  con llave, situada en la cámara de su alteza. Dichas damas no deben atravesar la pieza que ocupa de ordinario el   repostero de cama sino cuando salgan a danzar....
Todo lo cuál que dicho es, quiero y es mi voluntad que guardéis y cumpláis.....(San Lorenzo 20 de agosto de 1598).

El 13 de septiembre fallecía Felipe II.  Margarita de Austria y su esposo Felipe III se disponían a ocupar el trono.




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