Felipe II, al igual que su padre Carlos I, demostró gran interés por las obras del pintor Tiziano, quien recibió no pocos encargos por parte del monarca. Ambos mantuvieron cierta relación epistolar pero fue Gomez Suarez de Figueroa, embajador en Génova, el encargado de proporcionar al soberano cumplida información acerca del estado de sus encargos pictóricos.
Los plazos de ejecución de las obras y los honorarios del artista motivaron algún que otro desencuentro entre las partes.
En carta del embajador a su secretario en Venecia, Garci Hernández, puede leerse: ...fue bien encaminar el cuadro de La Magdalena al marqués de Pescara y así lo será el solicitar a Tiziano para que acabe los otros que me hace, encargándole de mi parte que se dé la mayor prisa que pudiere, que ya se han proveído los 400 ducados que había de haber de lo pasado; y que mando que de aquí adelante se cumpla bien con él y a sus tiempos lo de su pensión....(28 de enero de 1562).
Felipe II, en otra ocasión, comunicaba a su embajador: ....Tiziano me escribe que me tiene acabada una pintura grande.....de la Cena del Señor; y yo le respondo que la dé a Garci Hernández; y a él, que os la encamine a vos a buen recaudo....porque es cosa que no querría que se dañase; y que me la enviéis lo mas presto que se pudiere, en galeras...o en alguna buena nave....a Alicante o Cartagena.....que en ello me haréis mucho placer..... (Barcelona, 8 de marzo de 1564).
Gómez Suarez respondía al rey: ....Siempre que el secretario Garci Hernández me enviare la pintura que ha hecho el Tiziano de la Cena del Señor, la enviaré a vuestra majestad a muy buen recaudo y bien acondicionada....Y así escribiré al dicho secretario que me la envíe con toda presteza. Y si viniese dentro de 10 o 12 días podría enviarla con la nao Centuriona que parte para Alicante.....( Génova, 20 de marzo de 1564).
El día 19 de mayo de 1568 se avisaba del envío desde Génova de los cuadros del Tiziano,...en una caja luenga, tal como habían llegado desde Venecia. Viajaban en una galera del duque de Saboya al mando del marino Antonio Doria. La custodia de la valiosa caja se encargó al prior de Granada fray Jerónimo Treviño,....con orden que la haga desembarcar en Barcelona, desde donde el príncipe de Mélito....la envíe a vuestra majestad con toda brevedad.......Y que no se abra en ninguna manera...El 7 de septiembre solicitaba el embajador que la casa real le confirmase la recepción de los cuadros, que se produjo unos días más tarde.
Años atrás, en la década de los 50, el pintor veneciano había realizado por encargo del, entonces príncipe, una serie de cuadros bajo el título genérico de La Poesía. Más de un colaborador del futuro monarca puso en evidencia su sorpresa al constatar que, a pesar de ser obras cargadas de erotismo, eran muy del agrado del quasi místico Rey Prudente.
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