El 5 de diciembre de 1802 el Tribunal de la Inquisición publicaba un edicto en México prohibiendo las coplas y el baile del jarabe gatuno.
José Valdés y José de Estrada, religiosos conventuales de San Diego, a finales de octubre habían delatado ante el tribunal la obscenidad de la letra y del baile, acompañando la denuncia con una carta anónima que un penitente había dirigido a Estrada. El autor de esa carta aseguraba que tanto en México capital como en otros lugares del reino se había dado en usar ...un son que llaman el jarabe gatuno, en el cuál son las acciones, movimientos y versos los más indecorosos a nuestra sagrada religión y los más provocativos al más cauto y sensato que hubiere en el universo.....
Se usa en todos los fandangos y bailes, lo bailan hombre y mujer y al son de la música comienzan a señalar las mamilas, vientre y demás partes vergonzosas.....
La letra que acompañaba a la música se consideraba, a todas luces, escandalosa. El delator lo explicaba con unos ejemplos:
Los diablos en el infierno se preguntan uno a otro y no pueden comprender este jarabe gatuno....
Me sentó en un canapé, un cigarro me encendió, yo no sé para qué (sí), yo no sé para qué (no)...
Me metió para allá dentro y en la cama me sentó, yo no sé para qué (sí), yo no sé para qué (no)...
Y aseguraba que los demás versos no los ponía......., porque solo se reducían a la consumación del pecado.
Y que concluían el baile abrazándose, meneándose y dándose empellones con el vientre.
El tribunal ordenó las pesquisas y comprobaciones reglamentarias, las cuáles se llevaron a cabo no sin sortear algunas dificultades como encontrar testigos dispuestos a declarar y presentar pruebas. El propio padre Estrada confesaba que la carta anónima la recibió en el confesionario y que, tras leerla y dar parte al Santo Oficio, la había quemado porque no creyó estar obligado a conservar una pieza tan torpe y obscena.
De los testigos citados en un principio solamente se presentó Mariano Reyes Girón, de oficio sastre, de 25 años, que había sido convidado al festejo celebrado con ocasión de la boda de un oficial suyo llamado José. Esto sirvió para que el comisionado del tribunal tirara del hilo y descubriera que en el jarabe gatuno se hacían muchas cosas feas y disolutas...poniéndose casi a hacer lo que hacen los casados....
El edicto de prohibición proclamado por la Inquisición enseguida encontró eco en la justicia civil. La Real Audiencia resolvió pocos meses después.... librar provisiones circulares a todos los jueces reales para que estén bien a la mira de impedir, bajo las más graves penas, la introducción de todo baile provocativo o cantar lascivo.....
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