Aunque la condición de vasallaje a la que estaban sometidos los habitantes de un determinado territorio respecto de  su señor, no era deseable ni cómoda, muy de vez en cuando y muy pocos señores fueron acreedores de cierto reconocimiento por sus meritorias actuaciones.

Es el caso del duque de Béjar, Juan Manuel Diego López de Zúñiga y Guzmán Sotomayor y Mendoza.
.....Por cuanto  dicho señor ha deseado y desea que en beneficio de sus vasallos se establezca en la dicha villa de Béjar y su tierra una fábrica...de mantelería que, con la abundancia de maestros que lo tejan, puedan dar qué hacer....a las mujeres de aquel país y especialmente a algunas muchachas....,haciéndolas hilar para la dicha fábrica cuyo producto de su trabajo les sirve para su manutención y ayuda a sus pobres padres.....

El duque se había constituido en administrador de niños y jóvenes huérfanos de ambos sexos, recogiéndolos y haciéndolos enseñar por su cuenta algún oficio para que siempre tengan con qué alimentarse y no anden mendigando o, quizá, den en vagamundos....

Con esta pretensión, el 30 de septiembre de 1715, creaba una especie de becas para tres aprendices del oficio de maestro tejedor.

Juan Bautista Lormie, de nación francesa, fabricante tejedor de géneros de mantelería, nacido en París y residente en  Béjar, sería el maestro encargado de enseñar el oficio a Manuel Alvarez, natural de Collado Villalba y a Juan González, residente en Valverde (aldea próxima a la villa).

El curso empezaría al día siguiente, el 1º de octubre, y concluiría dos años más tarde, el 30 de septiembre de 1717,  para Manuel.  El período de formación de Juan se prolongaría por espacio de seis años, hasta finales de septiembre de 1721.

Ambos alumnos residirían en régimen de internado en la casa del maestro quien, además de instruirlos en el oficio, debería ....enmendar a los susodichos las acciones poco modestas....inclinándolos a la virtud y cumplimiento de los preceptos de nuestra fe católica...

La dotación económica ascendía a 8 doblones de a dos escudos de oro (480 reales de vellón) por cada alumno, pagaderos al finalizar  el aprendizaje y siempre que pudieran demostrar la maestría adquirida.

Además de esta cantidad, el referido Lormie recibiría un real y medio diario para costear los gastos de alimentación de sus pupilos. El vestido y el calzado también correría a cargo del duque.

Por otra parte, teniendo en cuenta que el maestro tenía en su casa trabajando como oficial a Juan Luis Minuis(?), de nación flamenco, acordaron éste y el duque que, por espacio de un año, el oficial flamenco se dedicaría a un aprendizaje intensivo para adquirir maestría en el oficio con brevedad, por la falta de maestros que de semejante fábrica hay en aquella tierra....Por su labor docente para con este alumno, cobraría el maestro 240 reales de vellón, no consignándose, en este caso, dotación para alimentos porque, al ser oficial, por su trabajo ya recibía remuneración.



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