Gonzalo María Rincón, vicario de la villa de Cáceres, fue nombrado rector del seminario de San Pedro por el obispo de Coria, Juan Álvarez de Castro, conocido activista contra la ocupación francesa que llegó a publicar, en 1808, dos pastorales arengando a la feligresía a luchar contra el intruso y comparando a Napoleón con el mismísimo Lucifer.

El prelado, acatando ordenes superiores,  tenía intención de llevar a cabo una reforma o arreglo de estudios del seminario que favoreciera el adelantamiento de sus individuos. Para ello encargó al rector que elaborase un borrador con un plan económicamente austero , de modo que  no causara más  dispendios al colegio en la dotación de nuevos catedráticos, contando sólo con los que hay en la actualidad....

En enero de 1808 el rector, con los deberes hechos y con el consenso de los catedráticos, escribía al obispo para someter el nuevo plan de estudios a su aprobación.

Que se dividiesen las cátedras de Teología (en que hasta aquí los dos catedráticos han explicado la Summa de Santo Tomás, uno por la mañana y otro por la tarde) quedando en adelante (uno) con la de Instituciones Teológicas. Y con la de Sagrada Escritura o Religión (según convenga y lo exija el número de oyentes), el padre catedrático dominico.
Ambos docentes impartirían sus clases en horario de mañana y tarde explicando los autores que prescribe el nuevo plan.

D. Manuel Santos Borrella, catedrático de Filosofía además de administrador de obras pías, explicará, desde luego y en los años sucesivos, los elementos de Matemáticas en que se ha convenido y en que tiene los conocimientos correspondientes.

D. Gonzalo Nacarino en este año Filosofía Moral y en los siguientes Lógica y Metafísica constantemente.

El padre Cancho (dominico) en este año Física y en los demás Filosofía Moral por la mañana y Física por la tarde.

Yo entiendo que con este arreglo y distribución no sólo se consigue emplear a los catedráticos útilmente y sin confusión, sino que los discípulos logran el adelantamiento que se propone Su Majestad en su nuevo método, proporcionando los conocimientos necesarios  para que puedan tomar sus grados en las universidades los que quieran adelantar y seguir su carrera por este medio....

El obispo apenas tuvo tiempo de comprobar las bondades del nuevo plan de estudios. El 29 de  agosto de 1809 era vejado y posteriormente  asesinado  por las tropas francesas. Tenía 85 años.




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