Hoy tenía previsto dedicar mi artículo semanal a otro tema pero las circunstancias especiales que vivimos me animan a tomar otros derroteros.

Desde la noche de los tiempos la humanidad se ha visto azotada por epidemias más o menos mortíferas que, si bien asolaban extensiones más reducidas que hoy en día (cosas de los viajes e intercambios comerciales rápidos), hacían su aparición con mayor frecuencia.

Pestes, viruelas, fiebre amarilla, tercianas y/o cuartanas, garrotillo, lepra, sarampión, carbunco, lamparones, cólera o gripe española (mal de la moda)......hicieron mella en los registros poblacionales  de siglos pasados.

A mediados del siglo XIV una epidemia de peste bubónica, probablemente una de las más mortíferas que se conocen,  acabó con casi  dos tercios de la población de la Europa de entonces.

A ésta siguieron otras  en  1565, 1577, 1585, 1601, 16291649, 1679, 1707, 1720, 1817, 1827, 1852, 1870, 1881, 1918.....por citar algunas fechas, que no todas.

La deficiente alimentación, la ausencia de medidas higiénicas y sanitarias, la total dependencia de los productos locales o  las creencias y  supersticiones contribuyeron en gran medida a agravar la incidencia de las enfermedades.

Sin embargo y a pesar de las limitaciones, siempre se tomaron medidas encaminadas a contener la expansión de las epidemias estableciendo, con mayor o menor éxito,  cordones sanitarios.

En el mes de junio del año 1565 Felipe II  enviaba un requerimiento a los jueces de Chancillería de Valladolid en razón de conocer  las medidas que habían ordenado  para  la guarda de esta villa de la peste. Puntualmente, el presidente y los oidores respondían al monarca: 

Se suspendieron todos los pleitos que había pendientes de los obispados de Burgos y Calahorra....por dos meses...

Mandose que todos los que estuviesen de la ciudad de Burgos y Vitoria y sus comarcas....se saliesen de Valladolid y de cinco leguas alrededor...Para asegurar el cumplimiento de la orden se inspeccionaron las casas que acogían huéspedes, tanto dentro de la villa como en los arrabales.

Enviaron  una persona con vara de juez hasta la villa de Torquemada, que es el camino derecho a la ciudad de Burgos, para notificar a las autoridades que Valladolid se cerraba a todo tipo de transeúntes  y mercaderes....Y lo mismo se hizo con todos los otros lugares desde Dueñas hasta Portillo y Simancas.....y particularmente al corregidor de Palencia y alcalde mayor del partido de Campos....

Se mandó que desde la puente de la villa de Dueñas hasta la villa de Valladolid, por todo el río de Pisuerga, se quitasen los barcos que había...y se dejasen solamente los necesarios para el servicio de las aceñas.

Se cerró la villa por las huertas, fuera de los arrabales, desde el camino de Cabezón hasta el camino de Medina del Campo....

 En tres de las siete puertas de entrada  se dispusieron dos alguaciles en cada una, con vara de juez que no dejan entrar a ninguna persona hasta que sus superiores determinen la urgencia o no de la visita.

Las otras cuatro puertas...están abiertas solo para entrar provisión de bastimentos y servicio de las eras donde trabajan los labradores. Una vez acaba la jornada,  las puertas se cierran  y se retira la llave.

Los alguaciles nombrados a tal efecto vigilan las entradas de los arrabales y hay otras dos personas, con vara de juez,  que andan a caballo alrededor de todo lo cercado de día y de noche....

Se ha hecho nómina de todos los pobres de la villa, expulsando a los forasteros y repartiendo a los naturales por los hospitales.

Se ha pregonado que no se haga almoneda de ninguna ropa ni la vendan corredores, pregoneros ni roperos...

Límpianse todas las calles de la villa y sus arrabales.....y se han cubierto de tierra todos los charcos que había con agua...

Todos los médicos y cirujanos han hecho juramento de comunicar al corregidor los posibles casos de peste ....con todo secreto y sin escándalo...

Se habilitó una cárcel  para encerrar  a todos los infractores de las normas dictadas.

A los eclesiásticos en general se les ha pedido que hagan particular oración en los sacrificios por la salud general...

Se ha solicitado al corregidor de Burgos, donde la enfermedad estaba presente,  toda la información que pudiera ser de utilidad a los galenos de Valladolid.

El coste de los cerramientos, dos tapias y media de altura y su barda..., se cargó a la recaudación de la sisa de carne y vino, en tanto S. M. provea otra cosa....











Comentarios

Entradas populares