No es fácil sopesar si el precio que hay que pagar por algo compensa las ventajas que se esperan de ello.
A Felipe III le convenía colocar otro cardenal en Roma de forma permanente para equilibrar las relaciones monarquía-papado; sin embargo, como  el costo de poner casa de cardenal era muy elevado para una economía mas bien maltrecha (siempre pasa lo mismo), se imponía elaborar un presupuesto real antes de tomar cualquier decisión.

En el Archivo de la Universidad de Salamanca se encuentra el duplicado de un interesante documento, ya expurgado, donde se detallan los cálculos separados por conceptos. Carece de fecha pero creo poder afirmar que data de entorno al año 1600. Veamos algunos detalles:

El alquiler anual de una casa apropiada para un cardenal y su séquito rondaba los 1.000 ducados (11.000 reales) anuales.

Más, al menos 16 gentilhombres, incluidos los oficiales de mayor rango por este orden: maestre de cámara, caballerizo, secretario, mayordomo, auditor, copero, tesorero y maestresala. Los salarios de cada uno de ellos  ascendían a 100 reales mensuales, además de proporcionarles  aposento, médico, botica, cocina y sal (  el Papa la da cada año a los cardenales para sí y para su familia). Los que eran seglares también percibirían anualmente 50 escudos para vestirse.

Más son menester cuatro ayudas de cámara (un barbero y tres músicos) y 12 lacayos con sueldos de entre 60 y 75 reales al mes más dos libreas al año, una de invierno de terciopelo y una de verano de tela de damasco.

Más un barrendero común al que se le dan 50 reales al mes y ha de barrer la sala de los lacayos y todo el resto de la casa.....con seis escobas dobles de rama que se le facilitan cada mes.

Más un barrendero secreto o mozo de retrete. A éste se le dan 60 reales cada mes...y dos escobas de raíces para hacer su trabajo. Y ha de barrer todo el cuarto del señor, limpiar sillas y escritorios, cuadros, loza y otras haciendas secretas...

Más un repostero...., que si es bueno se le dan 100 reales cada mes. Éste ha de poner y quitar las mesas, cuidar de la ropa blanca de ellas y de la plata...Y los que son buenos hacen las ensaladas, salsas, conservas frescas en almíbar y sirven las frutas y dulces a la mesa. Al repostero se le da un ayudante.

Más un cocinero mayor, segundo cocinero, ayudante....Una lavandera para lavar  la ropa de los miembros de la familia (séquito) del cardenal por 60 reales al mes. La ropa del señor, de ordinario se da a las monjas que la lavan y doblan con mucha curiosidad....

Un cochero mayor para las dos carrozas grandes de terciopelo...para la ciudad, un segundo para conducir la de campaña y otros cuatro para las carrozas ordinarias.

Un mozo de caballos que ha de servir de garçon de compañía siempre que el señor  sale con la carroza de a seis.....Conforme a la cantidad de caballos que hubiere....se toman tantos mozos que cada uno ha de gobernar tres caballos....
Más ha de haber un solo caballerizo al que se le dan 9 escudos (90 reales) al mes y ha de ser albéitar....para que cure los caballos.

Al herrador se le concierta por años y se le dan 5 reales al mes por cada par de caballos.....

Como vemos, entre salarios, manutención, aderezos, caballos, ropajes, carrozas.........el montante anual debía ser de consideración.
A todo esto había que añadir  las dádivas que se dan al ingreso en Roma...( ¿soborno?) . No tienen regla cierta porque dependían de la capacidad económica de cada cardenal ....pero el señor cardenal Cesis dice que con ser él caballero pobre gastó en ésto 7.000 escudos....(unos 70.000 reales).

Para finalizar adviértase que los señores cardenales en Roma...pagan aduana y ésta importa  (el) 9%.....Siempre que se compren paños, baquetas, sedas y otras cosas semejantes se ha de defalcar la aduana, que al cabo del año es suma considerable.





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