Qué tendrá  el "poder" que tanto cuesta renunciar a él y tantas veces obliga a desperdiciar recursos públicos para  calibrar quién está subordinado a quién en situaciones, cuando menos,  pintorescas.

Habiendo salido el arzobispo de Zaragoza de visita pastoral a su diócesis, aprovechó el virrey de Aragón para escribir al protonotario D. José de Villanueva (28 de septiembre de 1694)  y preguntarle si, al regreso del arzobispo, era éste quien debía girarle  visita de cortesía  o si, por el contrario, era el virrey quien debía visitar al arzobispo en su residencia.

Ejercía entonces el virreinato en Aragón el duque de Jovenazo, antes  embajador  de Portugal, que había sido designado por el rey para desempeñar el cargo en sustitución del marqués de Camarasa nombrado General de las Galeras de España. (febrero de 1693). 

Villanueva estimó  que era el virrey quien debía visitar al arzobispo pero derivó la decisión final al propio rey   Carlos II, quien ordenó que se reuniera el Consejo de Aragón  para dilucidar un asunto de tamaña envergadura política.

 El 30 de octubre del mismo año  se enviaron los despachos con la respuesta que el virrey  quería oír.  Debía visitar primero el arzobispo al virrey, así se  confirmaba la subordinación de la autoridad religiosa a la civil.

Pero al arzobispo  no le agradó esta resolución y protestó  a través de un escrito fechado en marzo de 1695 en el que hacía constar un detalle que el virrey había ocultado y que en la estimación del fiscal altera y varía sustancialmente la cuestión.... Y ésta es haberse despedido el arzobispo del virrey visitándolo en su casa antes de salir de aquella ciudad (Zaragoza) a la visita de su diócesis....

Así las cosas, disponiendo de datos desconocidos hasta entonces, hubo que reunir de nuevo a los miembros del Consejo, acordando éstos   que el virrey le pague con otra, aquella visita de despedida que le hizo el arzobispo y ordenándole  observe en adelante este mismo estilo........,mediando las mismas circunstancias que ahora....,por dictarlo así las reglas de la urbanidad...

Al mismo tiempo  se advertía  al arzobispo que no puede pretender igualdades con el  "alter nos", que siempre es razón que tenga alguna preferencia y distinción quien gobernando en reino representa inmediatamente la persona de S.M. (Madrid 29 de mayo de 1695). 

Han pasado más de 300 años  y, a día de hoy, se sigue perdiendo tiempo y recursos tratando de aclarar las competencias de los distintos organismos. En fin,....nada nuevo bajo el sol.


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