Alonso de Ugarte, prior de la cofradía del arte de los  plateros de San Eloy de la ciudad de Burgos, presentaba una denuncia ante el teniente de corregidor de la ciudad contra Juan de Arfe y Villafañe, insigne orfebre natural de León. Era el 11 de mayo de 1593.

Conforme al uso y costumbre, los cofrades nombraban a un platero cada año para que llevase el estandarte y pendón de la cofradía en la procesión del Santísimo Sacramento el día del Corpus. La elección recaía por norma sobre el platero mas antiguo que estuviese casado y que no hubiera portado nunca el pendón. Era el caso de Juan de Arfe que llevaba tres años residiendo en Burgos.

Pero el elegido se negó en rotundo y decía que no lo había de llevar y que antes se iría y ausentaría de la dicha ciudad. Alegaba al respecto que él no era cofrade, ni siquiera vecino de la ciudad. Se encontraba  allí  de forma temporal por haberle sido encargada la realización de la custodia de la  iglesia, del mismo modo que antes lo había hecho en Sevilla, Avila y Valladolid. Además el dicho pendón lo llevaba ordinariamente un platero pobre por no le querer llevar los plateros ricos de la dicha ciudad.  

En la primera instancia judicial se le dio la razón pero su falta de humildad enfadó al ayuntamiento y  cabildo del gremio que, por unanimidad, decidió recurrir la sentencia, aunque fue en vano porque ningún tribunal llegó a darle la razón.

Juan de Arfe era un virtuoso de la orfebrería y le gustaba alardear de ello. El talento le  venía de casta como a los galgos. Sus antepasados, de origen alemán, se habían dedicado a este arte con éxito. No quería que se le incluyese en el gremio de plateros porque él se consideraba escultor   de oro y  plata y arquitecto, que eran oficios muy distintos del de platero....Y porque su porte era hidalgo y persona principal de mis honrados deudos y pariente de los mas eminentes hombres de España...Era además ensayador mayor de las siete casas de la moneda de Castilla, que era oficio eminente.

El 7 de marzo de 1595 la Real Audiencia de Valladolid ratificaba la sentencia anterior y los plateros solicitaban  la revocación de la misma y que se condenara  a la parte contraria ......porque llevar el pendón era negocio de mucha honra y autoridad y que lo habían llevado...otros plateros hijosdalgo que había habido en la ciudad y personas ricas y principales y porque el dicho pendón había ido e iba en la procesión del Santísimo Sacramento del Corpus Christi en más preeminente lugar, precediendo a los demás pendones de los demás oficios y artes... Y porque escultor era propiamente el que labraba en madera o piedra y platero se decía al que labraba cualquier cosa  en oro y plata, aunque fueran figuras y molduras y otras cosas semejantes. Y porque el oficio de escultor de  plata cualquier buen platero lo era....Y porque llamarse plateros no era porque hiciesen platos sino porque labraban en plata custodias, cruces y otras cosas......Y porque los testigos de la parte contraria eran personas de poca fe y crédito....

De nada sirvieron los argumentos del gremio y el 28 de abril de 1595 años, el tribunal, en grado de revista,  ratificaba definitivamente la sentencia liberando a Juan de Arfe de la carga de portar el estandarte de la cofradía por no ser vecino ni tener tienda abierta en la ciudad.



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