La Real Audiencia de Cataluña recibía, en febrero de 1816, una petición del Ayuntamiento de Barcelona para que los miembros del tribunal sentenciaran acerca de si era o no nocivo para la salud el consumo de carne de cerdos lazarinos.
Al no encontrar en los archivos antecedente alguno, los integrantes de la Sala dictaminaron remitir el expediente original a la Real Junta Superior Gubernativa de Medicina y a la de Veterinaria de Madrid. Al ser materia propia de la Higiene Pública o Policía Médico-Legal, la Sala ( de Alcaldes) no puede menos de conformarse con el dictamen de las referidas Juntas.
Tengo la impresión de que nadie estaba en condiciones de asegurar nada respecto al consumo de esta carne, incluso bastantes años más tarde. En 1847, D. Pedro Felipe Monlau publicaba un texto impreso (me estoy saltando la promesa de consultar solo manuscritos) con una serie de recomendaciones que, a su juicio, se debían tener en cuenta para garantizar la salud pública. En esa obra se recuerda que la carne de los cerdos lazarinos es menos nutritiva y menos gustosa que la de los animales sanos, pero puede ser consumida sin riesgo para la salud. Otra curiosidad que expone el autor al respecto es que, al parecer, los cerdos alimentados con carne de caballo (práctica que empezaba a tomar cuerpo en algunos lugares) no son atacados por la tenia solitaria, responsable de los quistes que aparecen en la carne de los lazarinos, donde se albergan las larvas del parásito.
Siguiendo con otra curiosidad en materia porcina, refiero que mediante una Real Orden fechada el 30 de abril de 1857, se pide al gobernador de Filipinas que envíe dos o tres parejas de cerdos de raza pequeña de China..., con destino a la Escuela Central de Agricultura, enviando al propio tiempo alguna instrucción que pueda servir de gobierno para obtener el mejor éxito de esta granjería, poco conocida en la Península. Era deseo de la reina Isabel II utilizar cuantos elementos puedan contribuir al fomento de la agricultura y la ganadería.
Comentarios
Publicar un comentario