Siendo ya un anciano -quizá por eso-, Carlos III mostraba  gran interés por los  animales exóticos. Se cursaron ordenes a los gobernadores de América y Filipinas para que enviasen a España ejemplares de especies aquí desconocidas.

 Pero no todos los animales que llegaban eran del agrado del soberano, de forma que el 26 de agosto de 1780  emitía una Real Orden dirigida al gobernador de Filipinas, José Basco y Vargas, para que suspendiera el envío de varios animales de aquellos parajes por no ser apreciables aquí..., tales como los monos y los gatos de algalia monteses. 

En los que sí estaba realmente interesado  era en  los venaditos de Batavia....de los que produce la isla de Java (sospecho que se trata del animal conocido  por ciervo ratón). En una carta   dirigida a José de Gálvez (ministro de Indias)fechada el 30 de mayo 1782, el gobernador José Basco ofrecía información  al respecto: Estos animales son sumamente delicados y muy ariscos causa por que no se logran como otras castas...Explicaba que en 1780 Pedro de Anda viajaba desde Batavia con cuatro ejemplares y ninguno había llegado vivo a Manila. El año pasado llevó el mismo encargo y de 19 que compró han llegado vivos solamente dos que parecen macho y hembra......Los he puesto en la pieza inmediata a mi dormitorio para cuidarlos yo mismo con cuanta prolijidad cabe, comen bien, están alegres y más domesticados. Si se logra que hagan casta será más seguro que lleguen los hijos que los padres. Todos irán por el cabo de Buena Esperanza en la primera ocasión, hecha la paz.....

En junio del año siguiente en otra carta dirigida al mismo destinatario, el mismo remitente le hace saber que se me murió uno, a pesar de mis esmeros. Ultimamente me han traído otros dos y son tres los que al presente tengo.....,los cuáles junto con los que esperaba conseguir en un futuro próximo, viajarían a España en cuanto que haya embarcación que los transporte en derechura a Cádiz, pues el tránsito por Nueva España lo considero imposible para la delicadeza de estos animalillos.

Desconozco el final de la historia pero en abril de 1784 el rey aún estaba esperando los venaditos.