Ocupaba  D. Joaquín Sisternes el cargo de alcalde  semanero del Repeso Mayor de Corte ( Madrid). Era ésta una institución que  se encargaba de vigilar y perseguir el fraude y garantizar el abastecimiento en ferias y  mercados. 

Recién repuesto en el trono de España Fernando VII y..... siendo las once de la mañana  del 4 de junio de 1815, los operarios que realizaban labores de vigilancia observaron que escaseaba la Plaza Mayor de pan, estando muchos cajones sin él y en otros en muy corta cantidad. Y previendo que en la tarde no habría ninguno, dicho señor alcalde mandó llamar a los apoderados del ramo de tahoneros...con el fin de averiguar las causas y aplicar el remedio correspondiente. Comparecieron de inmediato y expresaron que por el mismo motivo acababan de ser convocados en la posada del señor corregidor, el cuál les había dicho que procurasen por todos los medios el surtimiento de los puestos públicos de pan. Los tahoneros alegaron que  no estaban  en condiciones de garantizar el abasto debido  al excesivo precio del trigo, consecuencia lógica de la escasez. Y que si no se tomaba alguna pronta providencia por el Gobierno, estaba expuesta Madrid a quedarse sin pan.

Las causas  de la escasez, a juicio de los panaderos,  se reducían a que no entraba trigo de fuera y además se extraía mucho a otros lugares, de tal modo que muchas tahonas se habían visto obligadas a cerrar sus puertas por no poder cocer el trigo, que se vendía a un precio tan subido que no podían  mantener el precio del pan al que estaba  acostumbrado el pueblo. Pedían los miembros del gremio que el gobierno explicara (al público) los motivos de este aumento pues se consideraban poco seguros de que los insultasen,  por cuyo temor y pérdidas que sufrían, amasaban menos.

Haciendo caso omiso a sus peticiones el señor Sisternes ordenó a sus subalternos que, acompañados de algunos ministros de la ronda, se pasase a las principales tahonas, haciéndoles entender que por pretexto alguno dejasen de dar el surtimiento regular al pueblo, sin perjuicio de su derecho.

Todo ello se puso en conocimiento del duque del Infantado, presidente del Consejo, para que, en vista de las razones expuestas, se sirviese hacer el uso que tuviese por conveniente.

En agosto del mismo año el Consejo de Ministros acordó una serie de disposiciones encaminadas a evitar males mayores, porque.....no  es siempre  el mal año la verdadera causa de la carestía del pan sino la avaricia de los que el público llama "logreros" y los sórdidos monopolios de los panaderos, acostumbrados éstos a mirar con indiferencia y acaso con alegría la miseria pública, a comprar el trigo barato y vender el pan caro....Y, en una palabra, a engrosarse a costa de todas las clases del Estado......






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