Estaba finalizando el año 1791 cuando D. Lorenzo Igual de Soria, vicario de Madrid y doctor en Derecho, escribía escandalizado a D. Pedro Escolano de Arrieta, jurista y escribano de Cámara del Consejo, con el fin de que  hiciese llegar la noticia  a los miembros del Consejo Real para que actuasen en consecuencia. 

Acababa de salir impreso el kalendario o almanak que ha de servir para el año venidero de 1792. Su autor D. Judas Tadeo Ortiz Gallardo, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Salamanca, había incluido en el juicio general del año  para cerrar el pronóstico, unas palabras que Lorenzo Igual tachaba de sucias, vergonzosas y horrendas, llenas de escándalo....Por eso pedía  para Ortiz Gallardo el más ejemplar castigo a proporción de la ofensa y universalidad con que se ha extendido tan atroz delito....además de la retirada de los ejemplares impresos. Las  expresiones que desataron el enojo del religioso eran: "Cada puta hile" dijo Sancho Panza. Y " Cada uno procure por su virote". 

Se requirió al juez de imprentas a fin de que inmediatamente se recojan de la imprenta y librería de D. Gabriel Sancha todos los ejemplares que se hubiesen impreso...., haciendo que el mismo D. Gabriel presente el original y declare quién se lo entregó y si contaba con la licencia acreditativa de haber  superado la censura. Por otra parte, el Consejo determinó, en principio,  privar de sus honorarios al autor del calendario y condenarle a pagar las costas judiciales que se estimaron en 137 reales y 8 maravedís, así como citarle reservadamente  para que  compareciese ante el Supremo Tribunal. En su defensa alegó que no debían ser las frases tan ofensivas si habían superado sin problemas  los filtros censores que preceden a la impresión de cualquier texto.  Para demostrar su ninguna culpa e inocente proceder ......se debe notar que el juicio general del año y demás pronosticaciones han sido siempre tan repugnantes a mi genio y carácter que solo la necesidad de contemporizar con el vulgo....ha podido obligarme a continuarlas.....He tratado siempre el tal asunto...con total desprecio de lo mismo que allí se dice, atendiendo a cumplir con lo dado y procurando así la instrucción de las gentes vulgares que gustan de semejantes fruslerías....,cuidando igualmente de sembrar máximas y documentos útiles para desterrar la holgazanería y fomentar la industria, economía y agricultura.

Los miembros del tribunal escucharon  estos y otros argumentos esgrimidos por Ortiz Gallardo y fallaron a su favor ordenando que le fuesen abonados  los emolumentos que le correspondían por formar el kalendario y que los días lectivos   que no regentó su cátedra de Salamanca por encontrarse en Madrid procurando su defensa, le fueran también retribuidos. 

Todo ello fundado en ser aquellas (expresiones) castellanas, significativas, enérgicas y usadas en muchos y buenos autores y libros de la lengua que cita.

En el mes de abril de 1792, el mismo autor  presentaba a las autoridades el diseño del calendario para el año siguiente, 1793.