La Colegiata de Santander fue erigida Catedral por Benedicto XIV en diciembre de 1754, a la vez que era desmembrada del Arzobispado de Burgos. Era una vieja aspiración de Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Las primeras preces fueron de Felipe II, aunque no se consiguió el objetivo. En 1669 se pretendió de nuevo la separación de Burgos pero la solicitud era otra vez denegada, a pesar de los poderosos fundamentos en que se hallaba afianzada...Tres años más tarde D. Enrique de Peralta y Cárdenas, arzobispo de Burgos por aquél entonces, ratificaba de nuevo la negativa.
Fue en 1750 cuando se reinició el proceso. Para ello, Fernando VI expidió una cédula de consentimiento y cesión de sus derechos en favor del Arzobispado de Burgos, ya que, si se materializaba la segregación, éste dejaría de percibir las rentas y pensiones que generaba Santander. Encargó las preces y solicitud al eminentísimo cardenal Portocarrero...y en cuatro años la Colegiata se erigió en Catedral con las siguientes dignidades:
Deán y arcediano, primero y segundo, respectivamente, en el escalafón dignatario. Luego se instituyó la de maestrescuela (que correspondía a la antigua de prior). El capiscol pasaba a denominarse chantre; y el tesorero se mantenía como tal. Se creaban dos canonicatos por cuenta del todo de las rentas, e iguales en ellas a las demás (dignidades), con títulos de Doctoral y Lectoral que se proveerían mediante concurso como en las demás iglesias de España. La primera canonjía que vacare pasaría a ser canonicato de Penitenciaria. Y no se innovaba en las demás canonjías y raciones que antes había...
Todo ello quedaba registrado en una Bula emitida a propósito para ser examinada por el abad de San Isidro de León, D. Juan de Noriega (obispo y canónigo lectoral de León) y D. Juan de Cotero (dignidad de preboste de la iglesia de Zaragoza).
Una vez hecho el cálculo de las rentas de las que gozaría la nueva Catedral, separaron 7.000 ducados para la fábrica, sacristía, mantenimiento, ornamentos y salarios de sirvientes. El resto se dividió en 16 partes, de las cuáles aplicaron 7 a la dignidad episcopal y 9 a la mesa capitular. Esta última partida se dividió de nuevo destinando 5 partes para congrua y sustentación del abad, 4 para cada una de las demás dignidades, 3 para cada canónigo, 2 para cada prebendado o racionero y 1 para cada capellán de los catorce que nombraron para servicio del coro y demás cargas anejas.
Todo lo referido se hizo público en la Catedral, el día 30 de noviembre de 1755, a las diez de la mañana.
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