Carlos I  protagonizó una compleja relación, incluso amorosa,  con Germana de Foix,  segunda esposa de su abuelo Fernando el Católico, tras el fallecimiento de éste. 

Había pasado un mes desde la muerte del Rey Católico (enero de 1516) cuando su viuda enviaba a mosén Luis Sánchez  -tesorero general- como emisario de  importantes recados  dirigidos  al Serenísimo y muy poderoso príncipe, nuestro muy caro y muy amado hijo señor (Carlos I):

Que su abuelo,  mientras vivió, le tuvo amor de verdadero hijo.... Que a consecuencia de los gastos a los que había tenido que hacer frente, especialmente en la adquisición del reino de Nápoles,.....no basta ...la hacienda que de su cámara queda.....para pagar.... los descargos y otras cosas que se han de cumplir de su ánima....Por esa razón dejó rogado muy afectuosamente ...al príncipe...tuviese por bien de dejarle por tiempo  de cinco años (a su viuda) los diez cuentos de Castilla.....Y lo tenga por bien y provea con toda celeridad... Una de las últimas voluntades de Isabel la Católica había sido que su viudo, Fernando, gozase de una importante suma de dinero, anualmente,  hasta su fallecimiento.  Según parece, muerto el rey se pretendía que Germana de Foix continuara con la prebenda durante cinco años más, siempre en aras de la salvación del ánima del rey, como no podía ser de otra manera.

Además, diréis que...dejó mandado que luego que fuere fallecido, sus testamentarios instasen la venida a estos reinos de Carlos I ...con toda presteza. Le pedimos mucho que tenga por bien de ponerlo luego en obra.

Solicitaba también al futuro rey que mantuviera a las personas que desempeñaban cargos públicos con su abuelo, así como otros oficiales, caballeros y criados suyos...que por la muerte de la dicha católica majestad....han quedado desolados y destituídos de toda consolación....Que los reciba en su servicio y los trate con toda benignidad..

También diréis al dicho serenísimo príncipe lo que (Fernando el Católico) proveyó acerca del duque don Fernando....y le instaréis la provisión que le pareciere hacer.....El duque  de Calabria, don Fernando, en estas fechas continuaba en la cárcel  por cierta deslealtad al rey Fernando. Se da la circunstancia de que unos años más tarde, en 1526, casaba el duque con la reina Germana de Foix, viuda de Fernando el Católico y de su segundo marido que, a la sazón había sido uno de los  asistentes que Carlos I se trajo consigo desde Flandes.

Pero, las relaciones amorosas y conyugales de la reina Germana merecen capítulo aparte.




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