Isabel la Católica, estando en Segovia un 5 de noviembre del año 1475, concedía a Rodrigo de Lunar, vecino de la ciudad, la merced de convertirlo en su barbero mayor. Estaba tan entusiasmada con el buen hacer de Rodrigo que le nombró también alcalde examinador de todo aquél que pretendiera ejercer el oficio de barbero en cualquiera de las ciudades, pueblos o villas del reino de Castilla.
Estaba prohibido por ley poner tienda del dicho oficio si el interesado no había sido aprobado por el barbero mayor o la persona a quien este apoderase. La cantidad a percibir en cada convocatoria por examinar a los aspirantes quedaba estipulada en dos florines de oro. Debía comprometerse a no realizar exámenes en domingo, ni por las fiestas....: Por la pascua florida y por la de cuaresma, por la de San Juan Bautista y por la de Navidad y por las fiestas de los apóstoles y por las fiestas de Santa María.....
En Alcalá de Henares, el 15 de febrero de 1486, a Rodrigo de Lunar y a Francisco Palacios los Reyes Católicos les concedían el privilegio de examinadores y barberos mayores de SSMM de por vida. El citado privilegio era renovado en Sevilla el 9 de abril del año 1500 asignándoles un salario de dos doblas de oro por cada examen.
El objetivo pasaba por evitar que la salud pública se resintiera a causa del intrusismo profesional , ya que muchos oficiales del dicho oficio de barbería, sin ser examinados, han puesto y tienen tiendas del dicho oficio y usan del oficio de flebotomía y sangran y sajan y sacan muelas y dientes y echan ventosas y hacen todas las otras cosas que pueden hacer los oficiales del dicho oficio.....Ante estas circunstancias, los reyes redactaron una carta dirigida a corregidores, alcaldes, merinos y otras justicias para que no permitieran la práctica fraudulenta del oficio de barbería en sus jurisdicciones. (Granada 20 de agosto de 1501).
Y oídas las partes...breve y sumariamente, sin dar lugar a largas ni dilaciones.......hagáis y administréis a las partes al quieto y entero cumplimiento de justicia. Quedaban obligados los barberos y flebotomianos a mostrar sus habilidades para ser evaluadas por los examinadores. Del mismo modo debían proceder los herradores, sangradores, albéitares, físicos, cirujanos, boticarios.....y demás profesionales sanitarios.
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