El libro de gastos del convento de  los agustinos recoletos de Madrid, entre 1777 y 1779, nos permite acercarnos un poco  más a los usos  gastronómicos  de la época. Si bien, nada se puede generalizar porque se trataba de un colectivo privilegiado con acceso a productos prohibitivos para el común de los mortales.

Carnes variadas y abundantes: cordero, carnero, cabrito, ternera, conejo, vaca, pichones, palomas, palominos, pollas, pollos, puerco, cochinillo, chorizos, morcillas, salchichas, pavipollo,....Respecto a las formas de preparar y consumir la carne veamos algunos ejemplos: 

Estofado de vaca.  Pernil para puchero. Gallina para el puchero del abad.   Fritada de carne. Torreznos. Revuelto de criadillas y torreznos. Pies de puerco.  Pavos y perdices en pepitoria. Asaduras y asadurillas para chanfaina. Manos de ternera. Hígado de puerco....

Truchas, sardinas, congrio, salmón, mero, anguilas, lenguados, merluza, besugo, cangrejos, corvina, atún, bonito, pajeles, carpas, barbos, mielga, lampreas, rodaballo, ostras, doradilla de Valencia...., constituían la amplia oferta de  pescados,  de mar y de río, frescos y secos o en escabeche, que la comunidad eclesiástica podía degustar a su antojo.

En cuanto a  frutas: naranjas dulces y agrias,  camuesas, peros, guindas garrafales, guindas comunes y guindas de Toro, uvas, cerezas, ciruelas, orejones, peras bergamotas, nabos, esperiegas, pasas de sol, pasas de Lieja, melón, sandía, albaricoques, almendras para horchata... Verduras y hortalizas  como lechuga, escarola, judías, cebollas, ajos, calabacines (para menestra y para rellenar), calabazas, aceitunas, tomates (para salsa y para guisar el salmón)....

Otros alimentos: quesos (de Burgos....), requesón, arroz, leche (para natillas y para el arroz), azúcar menuda, bizcochos redondos, huevos  (cantidades importantes), vinos (Pedro Ximénez, generoso, común...)....

El menú ordinario  de un día cualquiera, abundante en carnes,  podía estar compuesto por  un desayuno a base de menudillos, criadillas y torreznos, guindas y requesón. El almuerzo consistía en carne de ternera y pichones. La cena,  cabeza de ternera y gallina. 

Los viernes y durante la cuaresma se consumía básicamente pescado. En ocasiones especiales como las colaciones del 24 de diciembre de 1777, la comunidad eclesiástica pudo degustar cuatro celemines de castañas, una arroba de turrón, una arroba de camuesas y un barril de aceitunas. Para la comida de Navidad se necesitaron 7 libras de arroz para acompañar a los 7 pavos que se adquirieron (a 15 reales/unidad). El primero de enero de 1778 se cocinaron 23 pollas.

El 22 de marzo celebraba sus días (cumpleaños) el reverendísimo padre general y convidó al evento a los padres de Montserrat. Además de varios platos de carne y de pescado, naranjas dulces y rosquillas de mazapán, en ocasión tan señalada  se sirvieron   bizcochos y leche para mojar los bizcochos en ella.






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