Vamos  con la tercera y última entrega -por esta vez- con mi agradecimiento  a los gestores y lectores de "Divulgando Omaña".

Hemos visto que el conde de Luna de turno percibía una serie de tributos que, dependiendo del concejo y las fechas, variaban en cuanto a la forma y la cantidad:  yantar, millar, fumazga, matadera, yuguería, pan del cuarto.......Además de esto cobraba importantes cantidades por foros  y otros tipos de arrendamiento de sus propios bienes.

Juana Martínez, viuda de Juan Blanco, solicitaba a la autoridad judicial, en 1548 , pruebas documentales que demostrasen que su marido había  gozado  y llevado las heredades que llaman de realengo en Villabandín y Barrio de la Puente. Un nuevo  arrendamiento de estas mismas heredades en diciembre de 1669  era adjudicado por  el representante de la casa de Luna a Fabián Rodríguez y a su hijo Domingo, en precio y cuantía de 14 heminas de centeno al año. De todas estas propiedades se hicieron apeos (deslindes) al menos en 1548, 1586 y 1596. En  1579 la administración del estado de Luna encargaba al escribano un registro  fehaciente  de los foros que el conde cobraba, cada año,  del concejo de La Lomba (muy significativo este dato ya que se puede suponer que no eran pocos).

Pedro Martínez, vecino de Villabandín, arrendaba  en 1614 un cercado de dicho conde sito en el referido lugar, por los días de su vida. El 4 de octubre de 1662 Roque y Jerónimo González  tomaban en arrendamiento por sus vidas las tierras del conde en Villabandín y Lazado, a cambio de una carga de centeno en cada un año.

En 1556 Gómez de Rabanal y Alonso Rodríguez, escribanos, daban sendos testimonios de la hacienda que poseía el estado de Luna en los concejos de Omaña y Villamor de Riello (documentos que hasta ahora no he podido encontrar). Por estas fechas se hacía también una relación de las propiedades que  habían pertenecido a Juan de Oncala (Onzala?) ( desconozco quién era))  en los tres concejos.

Diversos fueron  los motivos de litigio entre el señor y sus vasallos. Uno de ellos, bastante recurrente por cierto,  era la pertenencia y el aprovechamiento de los puertos de montaña para el pasto de los ganados. En 1557 los tribunales fallaron en contra del estado de Luna reconociendo la propiedad y el derecho de  aprovechamiento de Feisdemoros (Villabandín), Campo la Tejera (lo que hoy conocemos por Campo de Santiago, en Fasgar) y  LLamazal (?) a  los vecinos de los respectivos lugares. Desconozco el desenlace de la historia, pero el conde apeló la sentencia solicitando algo así como una  indemnización  de 1.500 doblas (más de un millón de maravedís de la época) que, en principio, le fueron denegadas. Otro puerto, el de Bozquemado (Montrondo) no corrió la misma suerte que los anteriores y su propiedad le fue reconocida al conde en 1623 mediante una ejecutoria ganada en el Real Adelantamiento de León, que pasó por testimonio de Gaspar de la Cuesta, escribano.

Por otra parte también fue causa de controversias la potestad del conde para nombrar  nuevo cura cuando quedaba vacante el puesto en algunos de los lugares de nuestra geografía comarcal. Ocurría  que al ostentar la titularidad de las tierras que producían rentas destinadas al clérigo de turno,  se instituía en  único (o al menos, principal)  patrono presentero de  los beneficios curados. Dicho de otro modo,  nombraba al cura que quería  para asegurarse la obediencia. Esto dio lugar a pleitos con el común de algunos pueblos. En 1575 la justicia  despachó título del curato de Marzán a favor del conde de Luna. En 1593 se hizo lo propio del título y colación del beneficio de San Juan del lugar de Murias de Paredes. Unos años ante Marcos García, cura de Murias litigaba  con el estado de Luna a cuenta de la percepción de los diezmos. La sentencia se dictó en 1589 y en ella se reconocía el derecho del conde a percibir el cuarto  de los diezmos mayores y menores y ofrendas de las iglesias de San Juan  y San Pedro de dicho lugar. A finales de 1596 se reconocía la presentación del curato de Salce para el conde, así como los de San Pedro de Robledo, con Lariego y Villarín  (sus anejos), San Juan de Riello, Ceide y Los Orrios (sus anejos), San Bartolomé de Lago y Santiago de Curueña que son de presentar in solidum de dicho conde.

Cambiando de asunto y para finalizar refiero cómo  Álvaro Pérez Muriel, contador del estado, en virtud de poder que para ello tenía, vendió  el prado del castillo de Beñal a doña Francisca de Rebolledo, hija y heredera de García de Rebolledo, difunto, alcaide que fue de la fortaleza de Laguna de Negrillos. La venta se hizo en Benavides el 4 de junio de 1580 y el precio acordado fue de 408.682 maravedís. Sin embargo, poco tiempo poseyó el prado la susodicha ya que de 1584 data un proceso iniciado por el  estado de Luna  para recuperar el prado y tomar de nuevo la posesión de él por ser de mayorazgo......

Trataremos de seguir  buscando e investigando.






Comentarios

  1. "yantar, millar, fumazga, matadera, yuguería, pan del cuarto....." la ambición de los señores de Luna no tenía límites.

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  2. Tal cuál, Paco. Desde la perspectiva actual no se puede entender cómo pudieron soportar la opresión a la que se vieron sometidas las gentes de a pie.

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