A D. Juan María Murgier, capitán de la compañía volante en la colonia del Nuevo Santander ( México) de nación francesa, se le siguió causa criminal por el Consejo de Guerra y fue encarcelado en las prisiones secretas de la Inquisición. El 11 de noviembre de 1794 entró a visitarlo a su celda el protomédico José Francisco Rada, acompañado por un  guardián de la cárcel. El reo pidió agua y el carcelero se ausentó para ir a buscarla, momento que aprovechó Murgier  para cerrar la puerta de la celda, apoderarse de la  espada del médico y tomarlo  como rehén. 

Amenazaba con quitarle y quitarse la vida si no se le dejaba en libertad y se le entregaban dos pistolas, pólvora y balas para cargarlas a su satisfacción...El sargento mayor de la plaza, Tomás Rodríguez Biedma, le conminó a entregarse amenazándole  con derribar la puerta si no lo hacía.  Pero el reo,  obstinado y tenaz en su petición, resolvió atravesarse  con la espada siendo en el mismo instante infeliz víctima de su desesperación....

Los inquisidores determinaron enterrarlo en un lugar profano por no haber dado el moribundo señal alguna de penitencia. El cuerpo fue sepultado temporalmente en el patio de las reclusiones hasta  la celebración  del   juicio contra su memoria. El 9 de agosto de 1795, hacia las seis menos cuarto de la mañana, D. Pedro Jacinto Valenzuela, alcalde del crimen de la ciudad de México, pasó a la iglesia de Sto Domingo y se introdujo hasta la capilla de Nuestra Señora la virgen María de Atocha, donde se halla una escalerilla de madera que sube al púlpito.....Desde allí  leyó las acusaciones contra Murgier  y otros  reos, entre ellos el médico D.  Esteban Morel  (francés) que también se había suicidado en la cárcel. Ambos defendían las máximas de la Asamblea de Francia ( Asamblea Nacional del pueblo). Este último fue acusado de francmasón...que  aprobaba y daba por bien hechos  los regicidios ejecutados en Francia..., ocultó dos cajones de libros franceses..., ponderaba y exaltaba las armas francesas.....En una casa donde concurrió con otros franceses y un español profirió que el rey de Francia era ebrio y la reina prostituta.... Escribió a un colega que siempre que la religión no se vacíe y mudare de cabeza no se logrará el efecto......, que los pueblos no son hechos para los reyes, sino los reyes para los pueblos.....

El auto de fe conjunto concluyó a las siete menos cuarto de la tarde. Los huesos de los dos condenados junto con las estatuas de ambos, construidas ex profeso para estar presentes en el juicio, se trasladaron a un lugar alejado donde se quemaron y  las cenizas se dieron al viento con palas.....

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