Planificado o fruto de una desgraciada  casualidad, aquél intento de regicidio  acaecido en Lisboa la noche del  3 de septiembre de 1758, cuando supuestamente el rey José I regresaba de ver a su amante, Teresa de Távora (casada con su sobrino, hijo de Leonor de Távora y de Francisco de Asís de Távora, hermano de Teresa) desembocó en la matanza despiadada de casi todos los miembros de esta familia.

El 10 de enero de 1759 fallecía la madre del duque de Aveiro (casado con Leonor de Távora), monja de la Concepción. Ese mismo día el rey confiscó todos los bienes del duque y de sus fieles, procediendo a la venta de alhajas y muebles. La ira del rey  se había desatado.

 El día 11 del mes referido se envió un regimiento de infantería a Salvatierra para conducir a la cárcel de los Leones a ocho padres jesuitas, acusados de haber dado por lícito que....matasen al rey..... Y  también se entraron en tres colegios fusiles, pólvora y otros pertrechos de guerra...En la misma prisión entraron D. Pablo, canónigo de San Vicente, y  Paulo, ayo del infante D. Pedro y sus hermanos bastardos, quien, al parecer confesó que sólo esperaban el aviso de haber muerto el rey para ejecutar lo mismo con los infantes aquella  noche....

La sentencia condenatoria se leyó el día 12...Y les dieron algunas horas para sus descargos. A las nueve de la mañana hubo un gran temblor de tierra. Por la tarde se les dio el viático a los reos y por al anochecer entraron en la cárcel varios religiosos para asistirlos. A las ocho de la noche bajó un regimiento de caballería de la ciudad; y a las nueve otro regimiento. Y llevaron el cadalso en piezas, el que armaron delante del palacio de Belem......La tropa se formó en tres columnas y a los lados la caballería. A las seis y media de la mañana sacaron a la marquesa de Távora en silla de manos,....estaba vestida con un traje alemán, una capa grande de paño y tocada con unas cofias blancas. Subida en el tablado se confesó dos veces, una de las cuáles por espacio de una hora. Fue  degollada. Le siguieron otros diez reos, todos hombres, torturados y ejecutados con prácticas que escandalizaron a toda Europa. Luego se quemaron todos los cuerpos hasta reducirlos a cenizas, las que fueron echadas a la mar por los galeotes. A las nueve de la noche desfiló la tropa para sus cuarteles. Era el 13 de enero de 1759.