Los monjes del monasterio de Nuestra Señora de la Mejorada (Olmedo, Valladolid) llevaron a cabo  en 1732 una recopilación de las ordenanzas por las que se regía  la vida monacal. Sin embargo, al presentarse algunos inconvenientes para ponerlas en práctica, a finales del siglo XVIII decidieron redactar  un nuevo Código de Costumbres, acorde a los tiempos que corrían. El reglamento quedó reflejado en un manuscrito redactado entre 1789 y 1795 donde llama especialmente la atención el menú de los frailes en las festividades que, por cierto, eran tan numerosas que casi todos los días había un santo que celebrar.

Pollo, ternera, pichones, tocino, pavo, lomo, salchichas, pavipollo, pepitoria, cabrito, carnero, bonito, merluza, huevos, escabeche, salmón, ostras, congrio ....Estos  alimentos  se consumían a mediodía en la noche. El menú estaba compuesto por varios platos, sobre todo de carne. Los días de vigilia (viernes, cuaresma y víspera de festividad)   comían pescados y frutas, aunque siempre  debía estar listo  un  segundo  menú para los de carne. Me han parecido muy  interesantes y  esclarecedores los datos revelados por este documento, sobre todo porque prueban que nada tenía que ver la mesa de los frailes con la de la gran mayoría de la población  seglar.  Para no extenderme demasiado, voy a dividir este artículo en dos partes  que publicaré de forma consecutiva. 

Vigilia de nuestro santo (San Jerónimo): Cuatro frutas y al mediodía y por la noche pesca buena, bonito o merluza. Y para ración huevos rellenos (al mediodía). A los de carne: ternera, pavo o pavillo.

Día de nuestro santo: Cuatro frutas, pollo o pavipollo, ternera, ración, pesca, tarta, arroz con leche y anises. En este día se debían poner  cubiertos, aunque sean de boj, que luego eran devueltos al prior.

Vigilia de la Expectación: Albóndigas y abadejo. En la noche dos peras, tres platos de cocina y una taza de castañas cocidas. Ese día rezaba el superior  la Antífona de la Orden.

El trato común de cuaresma será con fruta, potaje con congrio o nabos, y algún día festivo podrá echarse arroz con los garbanzos. Además platillo de escabeche, salmón o merluza y media libra de abadejo. En la noche fruta y dos platos de cocina. A los de carne platillo y un par de huevos a lo menos, alguna vez sangrecilla frita y media libra de carnero o nabos y berza. Los domingos de cuaresma platillo de mielga, congrio seco o fresco -nunca sardinas, a no ser frescas (en este caso tres piezas por cabeza). En la noche: ensalada, tortilla de pescado con dos huevos y postre de aceitunas o cardo.

Y así podríamos seguir con una interminable  lista de fiestas de guardar: Sto Tomás, San Bartolomé, San Agustín, San Miguel, San Simón, San Judas, San Lucas, Navidad, Concepción, Presentación......

PD.: Aunque desconozco los ingredientes, como curiosidad he de decir que las albóndigas no se elaboraban  con carne en este tiempo.

Continuará.......


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