SUCESO EN PONFERRADA. Tercera parte.
En octubre de 1500, Andrés de Virués, primo de la finada, solicitaba la tutoría de los cuatro hijos habidos en el matrimonio de Mariana y su asesino, que son muy pequeños y de tierna edad. Los monarcas ordenaban que se intervinieran los bienes de Mariana y de su marido y se depositaran en personas llanas y abonadas que den a los dichos hijos lo necesario para su mantenimiento y vestuario, según que por vos (Juan de Montalvo) fuere tasado.
Andrés de Virués acusó criminalmente al licenciado por haber muerto a su esposa a traición y alevosamente. El pleito costaba dinero y para seguir adelante hasta que se dictara la sentencia definitiva, tuvo que obtener autorización del Consejo Real para que le fueran entregados 4.000 maravedíes de los bienes intervenidos de Mariana. Era el mes de diciembre del referido año 1500.
Parece que Esteban Suárez era un hombre poderoso y bien relacionado que, temeroso de la condena, intentaba dilatar la sentencia todo lo posible. Para su defensa solicitó al tribunal de Valladolid que comparecieran unos cuantos testigos, eclesiásticos y seglares, residentes en Santiago, Villafranca, Cacabelos, Los Barrios, Ponferrada, San Esteban de Valdueza, Villanueva de Jamuz y Cabezón (?). Incluso fueron llamados a declarar un camarero y un secretario del conde de Benavente, vecinos de esa villa.
No le salió nada barata la comparecencia de los testigos. Los jueces ordenaron que de los bienes del reo, se les pagase a cada uno de ellos, antes de que partan de sus casas, para el gasto y mantenimiento que hubieren menester desde que partieren de sus casas hasta llegar a la dicha nuestra corte, a los que vinieren cabalgando a 200 marav. y a los peones a 130 mar. (Valladolid 7 de febrero de 1501). Nada que ver con la cantidad asignada a una mujer, María de Flores, vecina de Castrojeriz, que también hubo de acudir a testificar, cobrando 60 maravedíes por cada día de viaje y estancia, menos de la mitad que los varones. ( Valladolid 9 de febrero de 1501).
El corregidor de Ponferrada y provincia del Bierzo, Juan de Montalvo, fue quien, por orden real, había embargado y secuestrado el dinero y plata y oro y otras cosas pertenecientes al licenciado Esteban Suárez. De ello se tomaba lo necesario para satisfacer, como hemos visto, diversos gastos relacionados con el proceso: traslados, escribanos, testigos.....Pero al hacer las cuentas, corrió la voz, al parecer fundada, de que algunas personas, así hombres como mujeres, habían escondido y transportado bienes pertenecientes al licenciado hasta la villa de Villalón. Así las cosas, en enero de 1501, los reyes ordenaban a una persona de su máxima confianza, Pedro de Cuerba, que se desplazase hasta Villalón y demás lugares donde se sospechaba que había caudales escondidos. Para ello se le asignaron 150 maravedís de salario (a cobrar de los bienes del reo) por cada uno de los 15 días que emplearía. Llevaba orden expresa de hacerse con el oro y joyas y plata, esclavos y ropas, moneda amonedada y libros y otras cosas.....Y también de apresar a toda persona que le dificultara las gestiones.
Los reyes habían enviado una carta a Montalvo para que llevase a Valladolid el dinero, plata y oro de lo embargado en Ponferrada, además de la cuenta de lo que de ello habíais gastado.... Pero, a causa de la pasada por esa tierra de la ilustre princesa de Gales, nuestra muy cara y muy amada hija...(Catalina de Aragón viajaba hacia La Coruña para embarcar camino de Londres, donde la esperaba su esposo por poderes, Arturo, príncipe de Gales), el corregidor tuvo que echar mano de los bienes del preso para agasajar a la princesa con la pompa que era menester. Así, pasado un tiempo, y viendo que el corregidor continuaba sin rendir cuentas, los reyes le daban un toque de atención el 16 de julio de 1501:...Porque todos sus bienes, por razón de dicho delito, pertenecen a la nuestra cámara....;porque sobreseísteis en la dicha venida......y porque nuestra merced es que todavía traigáis la dicha plata y dinero y otras cosas que fueron tomadas al dicho licenciado......,mandamos que en el plazo de 10 días, tras la recepción de la misiva, traigáis y enviéis al nuestro Consejo...la dicha plata y dinero....Y la cuenta y razón de lo que habéis gastado...
A todo esto, el licenciado seguía preso en Valladolid.
(sigue)
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