LAS BONDADES  DEL CONOCIMIENTO

 Desde el Real Sitio de San Ildefonso escribía el marqués Pedro  González de Castejón al director y secretario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, para comunicarle  que el rey Carlos III había decidido dotar a la sociedad con una renta anual de 39.000 reales. Era el 15 de septiembre de 1777. La cantidad, nada despreciable, debería emplearse en financiar una Cátedra de Chímica y Metalurgia; otra de Mineralogía y Ciencias Subterráneas; un laboratorio químico y un gabinete de minas. 

Los miembros de la sociedad se reunían cada semana para poner en común los avances y técnicas que podían mejorar la producción agrícola, ganadera, forestal y minera. Labor encomiable la de estos ilustrados que, además de fomentar la formación académica y práctica, se ocupaban de facilitar el empleo a muchas mujeres  y de proporcionar auxilio social a  pobres, trabajadores enfermos, ancianos y presos por deudas; aunque, a veces, se aprovechaba la ocasión para adoctrinar.

  Los protestantes no son excluidos de estas limosnas ni otra persona alguna de cualquiera creencia y comunión, pero la Junta se vale de estos medios para instruirlos en la verdad y desengañarlos de sus errores....

La Junta Semanaria del 4 de noviembre de 1777, en Álava, fue pública y se entregaron algunos premios de Dibujo y Escritura, dotados con cantidades  de entre 20 y 60 reales. Como curiosidad merece la pena apuntar que uno de los premiados, Vicente de Arrazola Oñate, rehusó recibir los 40 reales que le correspondían y prefirió  un libro de Gramática Castellana.

Es de sobra sabido que todo acto protocolario debe  estar precedido  y/o rematado por un discurso del presidente de la institución organizadora. En este caso no iba a ser menos, aprovechando la ocasión para manifestar la obligación y oportunidad que tienen los maestros de primeras letras de contribuir a la policía de la nación, inspirando a sus discípulos sólidas máximas de religión, de piedad, de subordinación y respeto al rey y a los ministros que, en su nombre, ejercen la justicia; de amor a la patria; de reverencia a las clases superiores; de afabilidad para con los inferiores y de exactitud en la observancia de las ordenanzas municipales de los pueblos, haciéndoles conocer que de ello depende la felicidad de sus habitadores...

Para concluir, el Amigo Alameda habló sobre las ventajas que hace la virtud a la hermosura, considerada una y otra en las mujeres.....

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