SOBRE  LA PROSTITUCIÓN FEMENINA

El ejercicio de la prostitución siempre generó controversia y siempre hubo quien consideró estar en posesión de la verdad absoluta para  pontificar al respecto. Es una actividad que,  al menos, desde  tiempos de los Reyes Católicos, se viene midiendo con un doble rasero.

A finales del siglo XV casi todos los núcleos de población de cierta entidad contaban con casas de mancebía o de mujeres públicas.., mujeres de partido..., mujeres enamoradas..., rameras......de tal manera que las rentas que generaba la actividad, en muchos casos, entraban a formar parte de los propios del lugar. Los edificios eran de titularidad pública, que se construían y reparaban a costa de la ciudadanía. En general, se sacaba a subasta la gestión de las casas y se adjudicaba al mejor postor, que entregaba  a las autoridades civiles el dinero acordado   para beneficio del común. Había también algún establecimiento privado pero eran los menos. Los RRCC no tuvieron ningún empacho en conceder licencias para la construcción de mancebías (Alcalá la Real, 1498; villa de Bujalance, 1490; Cádiz, 1500....) y  otorgar mercedes a quienes administraban las rentas que producían. 

Por una parte, los monarcas  salieron en defensa de las mujeres públicas en más de una ocasión cuando se les querían cobrar más tributos de la cuenta.  De aquí adelante no llevéis ni pidáis .....a las mujeres públicas de la ciudad (Jerez de la Frontera) más derechos a cada una, que un par de perdices o un real de plata... anualmente, ....aunque salgan de la dicha ciudad y vuelvan a ella....Y que las dejéis libremente comer donde quisieren y por bien tuvieren, sin obligarlas a que coman en lugar señalado. Y que no les sean hechos agravios por ningunas personas....(Sevilla, 14 de marzo, 1491).

Pero, por otra parte, dictaron  ordenes para que estas mujeres residieran fuera de las ciudades, lejos de caminos de tránsito. También se legisló para que no acudieran a establecimientos públicos y, sobre todo, para que  no tuvieran trato ni se mezclaran con  las mujeres honradas

Habiendo transcurrido casi un siglo desde las fechas referidas y reinando Felipe II se destinaron partidas del presupuesto real para ayuda y remedio de las mujeres públicas que  se recogieron a buen vivir la Pascua de Resurrección.  Gestionaban  este dinero las cofradías (Vera Cruz) y congregaciones religiosas.  ...Pagad a Jerónima de San Bernardo, a cuyo cargo estaban las mujeres públicas que habían abandonado el oficio, 20 ducados, que son 7.500 maravedíes... en cuanto aporte testimonio de que alguna de ellas se hubiere entrado monja o casado. Y no de otra manera. (Madrid, 10 de junio, 1583). A la misma destinataria se asignaban,  el día 30 del mismo mes, 10.000 maravedíes para ayuda y remedio de María de Ayllón que, por documento fehaciente expedido por el cura de San Ginés...., parece haberse casado con Juan Bermúdez, sastre....

Lo de la doble moral no es nada nuevo.



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