LAS CUENTAS CLARAS
La Biblioteca Nacional de Francia guarda entre sus archivos un manuscrito titulado "Relación de las cosas mas notables de la corte de España" ( hecho en 1616). Corresponde esta fecha al reinado de Felipe III y su valido el duque de Lerma. El documento dedica un capítulo importante a la economía.
Los gastos mensuales a los que tenía que hacer frente la corona ascendían a 2.840.087 de ducados, de los cuáles 1.786.371 se destinaban a sufragar los gastos militares en los diversos frentes abiertos. Vamos a ver algunas de las partidas a las que se destinaba el resto:
Salarios y gastos de embajadores: 10.000 ducados al mes. Capitanes y oficiales: 53.000; gajes a criados del rey: 40.000; al tesorero de la reina para su gasto de dar de merendar a su majestad y otros, 36.000; para la cámara del rey: 24.000; para el gasto de la cámara de la reina: 6.000. Para el príncipe de España: 36.000. El salario de los miembros de los Consejos ascendía, cada mes, a 120.000 ducados. El plato (manutención y servicio) del príncipe de Saboya mientras está en la corte 40.000 (supongo que se trataba de alguno de los hijos de Catalina Micaela, hermana de Felipe III, que completaron su educación en España por expreso deseo de su padre Carlos Manuel I de Saboya). Para la despensa de la reina: 120.000 ducados; para el plato de su majestad (el rey): 144.400. A la botica de concierto 30.000 (concesionaria del suministro de los medicamentos precisos a la real familia y allegados) Los gastos de tapicería, unos meses con otros, ascendían a 324 ducados; las limosnas ordinarias que mensualmente se repartían, 600 ducados. La capilla real se llevaba 2.000 ducados; el mercader de concierto 18.000 y los cantorcillos de la capilla, 120.....
En resumen, los gastos mensuales ordinarios de la corona en 1616 ascendían a aprox. 1.053.716 ducados. Si tenemos en cuenta que un ducado de la época equivaldría a 196 euros actuales (según datos de Wikipedia calculados en base al precio del oro), vamos a hacer una comparación con las cifras actuales. Por supuesto, con las reservas necesarias.
La población española rondaba los 8.000.000 de habitantes a principios del XVII y el gasto anual por los distintos conceptos que hemos reseñado ascendía a 34 millones de ducados aprox. (unos 6.600 millones de euros), con lo cuál cada habitante debía contribuir anualmente con el equivalente a 825 euros actuales. Actualmente cada habitante le cuesta al Estado algo mas de 13.200 euros anuales, que montan un total de 637.000 millones de euros. Según estas cuentas, en los primeros años del XVII el gasto público equivalía a poco más del 10% del actual y la población se reducía a menos de la sexta parte de la que ahora hay en España. Partiendo de la base de que tanto antes como ahora todo sale del bolsillo del contribuyente, y teniendo en cuenta que en esa época no existían pensiones, sanidad, educación, transportes ni ninguna clase de servicio público, que cada cuál saque sus propias conclusiones.
Comentarios
Publicar un comentario