DUDAS Y RECELOS:

Llegó a la corte española la noticia de que muchos religiosos destinados en diversos lugares de Indias, se escapaban  a la isla de Cuba huyendo de las severas condiciones que los prelados y superiores  de sus respectivas ordenes   imponían. El 19 de abril de 1583 Felipe II enviaba una misiva al gobernador de la isla para que se corrijieran tales excesos por el bien de la religión católica. Parece que los fugados lo hacían con licencias falsas.... Y se les da púlpito y otros dicen misa y confiesan sin ser sacerdotes...

Dominicos y franciscanos tenían casa en Cuba, de forma que los religiosos de estas congregaciones que llegaban con credenciales fraudulentas eran reenviados a sus lugares de origen  y conminados a  acatar los mandatos de los prelados. Pero los miembros de las demás ordenes podían campar a sus anchas por la isla de Cuba percibiendo emolumentos y sin estar sujetos a regla alguna. De ahí  que tuvieran que ser las autoridades civiles quienes se encargaran de atajar los excesos, admitiendo sólo a los religiosos que  portaran  licencias autorizadas, precisamente,  por las autoridades civiles  (virreyes, gobernadores o Audiencias) del lugar del que procedían. No siendo así, se embarquen y envíen a sus prelados....

Muchos años más tarde, en 1661, era proclamado obispo de Cuba Juan de Santo Matía Saenz de Mañozca, nacido en México. Ocupó la sede episcopal  hasta 1668, año  en que fue relevado y nombrado obispo de  Guatemala. En el transcurso de su labor pastoral en la diócesis de Cuba, envió a  Carlos II  un libro que se halló entre las pertenencias  de un fraile dominico fallecido. El libro pone en duda el misterio de la Concepción de la Virgen...y su autor,  fray Vicente Bandello de Castronovo, maestro general dominico, para disimular el contenido, tenía puesto el título de "Don Quijote".

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