DUELO DE DAMAS:

Tras el fallecimiento de Carlos II y la llegada al trono español del primer Borbón, Felipe V, el duque consorte de Nájera, Beltrán Manuel de Guevara, capitán general de  las Galeras  de España, juraba fidelidad al nuevo monarca, aunque no era ningún secreto que simpatizaba más con  la causa del otro pretendiente al trono, el archiduque Carlos (de la casa de Austria) y eso tenía un precio. Sintiéndose  ninguneado el duque por los nuevos mandamases franceses que dirigían la Marina, presentó su dimisión a Felipe V, que la aceptó con total indiferencia. Poco tiempo después falleció en Barcelona (1710)...,más de pesar de verse sin medios para mantener su calidad que de enfermedad....

Su esposa, la poderosa condesa Nicolasa Manrique de Mendoza y Velasco, permanecía en Madrid con la hija de ambos. La enemistad  que se profesaban mutuamente Nicolasa  y  la influyente  princesa francesa de los Ursinos (duquesa de Bracciano)  -de quien se decía que inspiraba al rey esta dureza contra las damas españolas que tenían sus maridos cerca del rey Carlos-  era  manifiesta.  La de los Ursinos quería a toda costa sacar a  Nicolasa  de Madrid y para ello ideó algunas artimañas como ofrecerle por yerno a un discutido marqués francés que la cortejaba mucho a ella con la idea de hacer su  fortuna.....Reconociendo que a la amistad con este sujeto le sacaría partido, la francesa no tardó en acomodarlo como su asistente  (y sobre todo, socio).

 En estos términos desafiaba la de los Ursinos a la de Nájera: Que si ella quería que se la dejase en reposo se resolviese a dar a su hija en casamiento al marqués...lo que se admitiría como prueba de su fidelidad.....y servicio al rey. La duquesa española que no era menos osada que la italiana..., respondía: Que su hija no era para un pequeño aventurero cuyo mérito consistía en sólo el honor  que tenía de servirla..., que bien conocía las distinciones de su casa y que no las debía deteriorar con la suerte...

Ursinos, que no estaba acostumbrada a que nadie le replicara de ese modo, entró en cólera - pues una mujer que se cree despreciada es capaz de descargar su mal humor y su indignación al último extremo....- y le prometió que se vengaría.

Nicolasa, lejos de arredrarse, replicó: Eso no será mientras el rey no os lo permita....Y él sabe los respetos que se deben a la nobleza. La corona jamás empleará su autoridad en violentarme a que acepte para mi hija un marido que no sea capaz, de su calidad ni de su gusto.....Además amenazó con contar al rey las amenazas de que estaba siendo objeto. La francesa optó por  cambiar el tono amenazante por el agasajo para ver si así lograba el casamiento planeado, pero como no fue posible, la venganza no se haría esperar. Ursinos gozaba del favor real;  los monarcas le  permitían una superioridad que ella aprovechó para dar tantos pesares y tramar tantas calumnias a la duquesa de Nájera .....,que (ésta) murió de pesadumbre dentro de poco tiempo y dejó a su hija a merced de tan poderoso enemigo. Pero la hija (Ana Manrique de Guevara)  supo triunfar al fin....y, aunque contrajo matrimonio en tres ocasiones, nunca lo hizo con el candidato francés sino con poderosos miembros de la nobleza patria.

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