UNA BIBLIOTECA INTERESANTE:
Tras el fallecimiento de Gonzalo Pérez, secretario de Estado de Su Majestad, el 25 de septiembre de 1571 se llevaba a cabo el inventario de los ejemplares que componían su biblioteca..., muy curiosa y que había en ella libros muy raros y antiguos, griegos y latinos, escritos todos de mano....,que el dicho Gonzalo Pérez recogió e hizo traer de diversas partes...
Felipe II ordenó a Antonio Gracián -su secretario- y a fray Francisco de Villalba, predicador de la orden de San Jerónimo, que examinaran la biblioteca con detenimiento para ver si era a propósito para la que S.M. manda juntar en San Lorenzo el Real.
Ambos inventariadores seleccionaron 169 ejemplares, 112 escritos en latín y 57 en griego, que entregaron a Hernando de Briviesca, guardajoyas del rey. Entre ellos se contaban muchos cuerpos de vidas de santos, de gran autoridad y antigüedad; y otros muchos de obras de San Juan Crisóstomo. La mayor parte de los escritos en latín procedían de la librería del rey D. Alonso de Nápoles, de muy linda escritura y con iluminación y en pergamino muy delicado...
El extraordinario valor material del conjunto era imposible de calcular con objetividad, por eso Felipe II propuso a Antonio Pérez -hijo y heredero de Gonzalo, más tarde secretario de cámara del rey a quien acabó traicionando-, que le solicitase una merced como recompensa. Antonio aceptó sin reservas lo que consideró un honor. Así, el 7 de diciembre de 1574 S.M. le otorgaba la cantidad de 2500 ducados (937.500 maravedíes) sobre un oficio en las Indias, como parte de la recompensa y merced que de nuestra parte se le tiene ofrecida....Este dinero se recaudó de la venta del oficio de escribano de la Audiencia Real de la ciudad de la Plata, en la provincia de Los Charcas. Pedro Suárez pagó los 2.500 ducados para hacerse con el puesto tras la renuncia de Tristán Sánchez.
Dos años mas tarde el propio Antonio Pérez, aprovechando que había quedado vacante, solicitaba al rey la maestredatía de Lecce, en la provincia de tierra de Otranto, que vale de renta 3000 ducados. En abril de 1576 el rey accedía a su petición, pero le imponía la obligación de abonar 600 ducados a la mujer de Juan de Alagón (probablemente el anterior poseedor de la maestredatía). Con esta concesión quedaba acabado de satisfacer de la dicha librería y podrá acabar de descargar el alma de su padre.
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