COMUNEROS DE TOLEDO:
El 7 de abril de 1522 varios caballeros principales de la ciudad de Toledo enviaban al rey Carlos I una petición para que se sirviera conceder al doctor Zumel (Juan) todas las mercedes que éste le solicitara, ya que, tras la rebelión de los comuneros, ha puesto tan en paz la ciudad que no puede ser más. Vuestra Majestad le debe mucho......
Se había desplazado el magistrado desde Burgos para entender en la capitulación que estaba hecha por mano del prior de San Juan con esta ciudad de Toledo. Y trabajó tanto en esta negociación que se remediaron todos los capítulos necesarios al servicio de V.M., lo cuál, todo, fue haciendo y atrayéndolos a ello muy sabiamente....... Quedaba así lista la capitulación para ser rubricada por Zumel, representante de la corona, y por parte de los rebeldes: María Pacheco, esposa de Juan de Padilla, y otros partidarios de la causa comunera, entre ellos el arzobispo de Toledo).
Sin embargo, el mismo domingo, cuando se concluyó la negociación, en la noche, los comuneros tentaron de tornar a levantar la ciudad. Zumel, fuertemente armado junto a todos sus secuaces, consiguió abortar la intentona e hizo prender a uno de los principales alborotadores. Y lo hizo ahorcar sin hacer proceso contra él. Los comuneros intentaron impedirlo, pero Zumel, que siempre peleó en los delanteros, les hizo retroceder hasta la plazuela de María Pacheco. La condesa de Monteagudo que estaba con su hermana, se erigió en mediadora y concertó con las partes una pequeña tregua para que negociaran Zumel y el arzobispo de Toledo. El representante de la corona ofreció a los rebeldes que todos saliesen aquella noche de la ciudad, sin asegurarles persona ni hacienda, a cambio de que entregasen las armas y artillería. Parece que fue en ese momento cuando María Pacheco aprovechó para huir (3 de febrero de 1522) a Portugal.
A partir de entonces quedó administrando justicia en Toledo el doctor Zumel, que devolvió a la ciudad la recaudación de las alcábalas y a la iglesia las rentas que le pertenecían. Y ha hecho ajusticiar y arrastrar y descuartizar y ahorcar a muchos. Y sobre todo, ha condenado a muerte y a perdimiento de bienes a otras cien personas, entre ellos a Bernaldo de Ávalos y a María Pacheco. Hizo derribar la casa de Juan de Padilla y de María Pacheco y le hará poner un mármol en medio con unas letras que dicen "mía era esta casa" y la causa por que se derribó. Y ha traído algunos capitanes muy señalados de fuera de aquí a ajusticiarlos. Y ha puesto en paz la ciudad.......
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