CATÓLICOS Y PROTESTANTES:

 La cuestión religiosa jugó un papel  destacado en la firma del acuerdo de paz (Tratado de Londres) que puso fin a la guerra  entre España e Inglaterra. Era el año  1604 y reinaba Felipe III en los dominios españoles. Al conde de Villamediana, correo mayor del reino, fue uno de los negociadores cuya   labor diplomática  culminó con la firma del acuerdo entre las partes.

Entre otras disposiciones, España se comprometía a no intentar restablecer el catolicismo en Inglaterra. A cambio,  los ingleses que pisaran suelo español  quedaban sujetos al tribunal de la Santa Inquisición  en la misma medida que los  moriscos o  los judíos. ....Se han de guardar de decir por escrito, ni por palabra, ni por señal, cosa alguna que sea contra nuestra Santa Fe Católica. Asimismo  les era denegada  la tenencia de libros prohibidos o que contengan herejías. Si se les ocurría entrar en una iglesia o encontrando por las calles al Santísimo Sacramento del Altar, han de hacer la reverencia y acatamiento que en estos reinos se acostumbra.....Sin embargo, ninguna autoridad podía obligarles    a entrar en un templo  si no era su deseo, ni tampoco a transitar por la misma calle donde se exhibía  el Santísimo. Si no querían hincarse de rodillas, siempre podían  ir por otra calle o meterse en una casa sin riesgo de ser amonestados. 

Cuando llegó a Londres al conde de Villamediana se le permitió  que se pudiese decir  misa en sus casas. Por esa razón el almirante de aquél país, líder de la delegación diplomática inglesa,  pretendía traer maestros de su secta y hacer lo propio en España; sin embargo el rey se opuso y las ordenes en esa materia fueron estrictas: No se ha de permitir por ningún caso cosa tan escandalosa y peligrosa.....Y (que) cumpla lo capitulado en la paz, que totalmente les prohíbe  el dar escándalo...,pues no pueden sacar en cuanto a este punto igualdad....

Al parecer, durante el reinado de Isabel I de Inglaterra  los  embajadores españoles iban acompañados de religiosos para celebrar el culto católico sin restricción alguna por parte de aquél país. Pero si aquí no hubo embajadores de aquella reina fue porque supo que no se les había de permitir acto escandaloso....Así, se ha de prevenir al dicho almirante,  con desengaño, que acá no se les ha de permitir que sus maestros hagan ejercicio de su secta.......


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