A finales del siglo XVI, el puerto de mar de la ciudad de Coquimbo, en el reino de Chile,  era de suma importancia para el trasvase e intercambio de mercancías, sobre todo oro procedente de las minas de Andacollo. Es preciso recordar que la economía española, en ese momento, dependía en gran medida de los productos de todo tipo que se traían de América.

Las minas de oro que se labran a quince leguas de esta ciudad , por una perdiz se descubrieron y ésto es tradición. Llegando el capitan general que iba conquistando cerca de estas minas que llaman Andacollo, trujéronle unas perdices en cuyos papos hallaron unos granillos de oro; los indios no conocían tal cosa.....
Es, de cuando en cuando, molestada  (la región) de temblores vehementes y es cosa no creíble las casas, cuyos cimientos son sobre la tierra, no padecer detrimento....

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