Felipe III apodera a Hernando Carrillo, miembro del Consejo de S.M. para que se traslade a Flandes y en su nombre negocie la paz con Inglaterra.
Las condiciones del rey para lograr tal fin, las hace saber a su apoderado mediante carta manuscrita:
- Inglaterra deberá tolerar el catolicismo en toda la extensión de su reino.
- El tratado de paz ha de firmarse preferentemente en algún lugar de los Países Bajos; de no ser así, se podrá negociar otro escenario siempre que sea fuera del reino de Inglaterra.
- Prohibición a los ingleses de navegar con destino a Las Indias.
- Devolución al reino de España de las plazas ocupadas, aunque para ello sea necesaria una compensación económica.
- Los bienes confiscados a los eclesiásticos, han de ser restituidos.
Estas condiciones, como acabamos de decir, eran las que ansiaba Felipe III para firmar la paz con Inglaterra. Ambas Monarquías llegaron, incluso, a constituirse en aliadas una vez llegó al trono Jacobo I Estuardo, allá por 1603.
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