Siendo miércoles 22 de agosto de 1612 se acuerda y redacta el contrato de dote de la Infanta Dña. Ana María Mauricia, hija de Felipe III, quien promete y queda obligado a dar y que dará, en concepto de dote y casamiento de su hija, la cantidad de 500.000 escudos de oro de sol, de a trece reales cada uno*. Dicha suma le será entregada, el día previo a la celebración de los esponsales, al propio Rey de Francia o a quien estuviese apoderado para recibirla. Si bien, es condición inexcusable que, al mismo tiempo, los monarcas franceses agasajen a la Infanta (su nuera) con joyas por valor de 50.000 escudos de oro del sol de a trece reales cada uno.
Todas estas joyas y las demás que la interesada poseyera, sea cual fuere su procedencia, le han de pertenecer libremente, como bienes y patrimonio suyo.....
Es de destacar que en el momento en que se acordaban las capitulaciones matrimoniales, la Infanta tenía once años, los mismos que su prometido el futuro Luis XIII de Francia.
*El valor de 1 escudo de oro es igual al de 13 reales de plata.
Enhorabuena Raquel, interesante blog, donde se pueden escudriñar los pequeñas anécdotas de la intrahistoria que son las que en realidad sazonan y dan vida al corpus histórico de fechas, batallas, fronteras y tratados que sin estos datos son solo un una estructura anatómica en una sala de disección, si, quizás muy exacta pero son vida.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Paco. Así da gusto.....Tienes razón. Me parece, la tuya, una percepción acertada. No pretendo sentar cátedra, sino ponerle un poquito de sal a las historias cuyo compendio constituye la Historia.
ResponderEliminarUn saludo.