Fray Luis de León, maestro en Artes y en Santa Teología en la Universidad de Salamanca, parece que acompañaba sus virtudes místico- literarias con un fuerte carácter que, de vez en cuando, le jugaba una mala pasada. En el caso que paso a relatar, lo que empezó siendo una disputa entre docentes, tuvo que acabar por dirimirse en un tribunal de justicia. La sentencia, por cierto, fue desfavorable al clérigo.
Corría el año 1582. Siendo martes, a partir de las 14.30 de la tarde, el bachiller Juan Gómez se sometía a un examen para escalar un peldaño en la carrera de Medicina. Ostentaba el cargo de Rector Juan Pacheco y presidía el Tribunal el profesor Juan Bravo.
En el claustro, ocupaban sus asientos los maestros, doctores y catedráticos; asistían estudiantes de otras disciplinas, profesores y público en general. A los componentes del tribunal se les hizo entrega de las agallas (de roble) blancas y negras para votar en el arca-mesa cuando llegase el momento. Agalla blanca, aprobado; agalla negra, suspenso o reprobado.
Juan Gómez comenzó a poner sus conclusiones ......lo mejor que pudo y supo, de manera que ...el examen fue hecho y acabado para votar en él secretamente como lo tienen de uso y costumbre, acerca de la aprobación o reprobación....
Llegado el momento de la votación, los doctores en Medicina se opusieron a que votaran los maestros en otras disciplinas (Fray Luis...) antes que los verdaderos especialistas en la materia.....Hubo de palabra las dichas diferencias y "dares y tomares". Fray Luis, enfadado, quiso emitir su voto de forma pública, no secreta y sin levantarse de su asiento, cosa que no le fue permitida. Entonces alzó la voz para hacer un requerimiento al Rector en los siguientes términos:
Que, tal como se venía efectuando, él y los demás maestros teólogos habían de votar en primer lugar después del padrino del alumno, tanto en exámenes de Licenciados en Artes o Medicina como de bachilleres a médicos.
El Rector, Juan Pacheco, prometió recabar información al respecto; no obstante, Fray Luis solicitó que constase en Acta que no le dejaron votar en su lugar, conforme a su asiento.... Y dicho ésto salió del Claustro dejando en él las agallas blancas y negras que le habían proporcionado para emitir su voto.
El resto de los miembros del tribunal siguieron con su labor y el aspirante a médico resultó aprobado por unanimidad.
Tras varios tiras y aflojas, en Real Audiencia se dictó sentencia revalidando el contenido de una Pragmática anterior mediante la cuál se había establecido que nadie ajeno a la docencia universitaria en materia médica podía ni debía votar para dar el grado de bachiller en la Facultad de Medicina a los estudiantes d ella....
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRaquel, te decía en el comentario que eliminé, que hay santos, que conocidos en el día a día y la distancia corta quizás se les rezaría menos ....pero claro, Fray Luis no está canonizado y no se le debe exigir tanta compostura, muy al contrario en linea de los grandes escritores patrios, la mala "chicha" es algo consustancial con la profesión.
EliminarCierto, Paco. Lo que pasa es que, repasando su Obra cargada de misticismo, religiosidad ascética, humildad extrema...., no imaginas que fuera un personaje indisciplinado.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar