La enemistad entre D. José del Campillo - quasi ministro universal de Felipe V - y el Príncipe de Campoflorido, poderoso militar de origen siciliano, era patente y manifiesta hasta tal punto que, en opinión de Jorge Astraudi (Ordenador de la Intendencia de La Coruña), pudo ser la causa de la prematura e inesperada muerte de Campillo.
Campoflorido era el embajador de España en París y su salario mensual debía ser librado por el Ministro de Hacienda, a la sazón José Campillo, quien optaba por sentarse encima de la caja de los dineros y no soltar ni una blanca, alegando que los costes de la guerra se habían disparado de tal manera que no había dinero para nada más.
A principios de 1743 el embajador solicitaba que le fueran abonadas las 18 mensualidades que se le adeudaban, así como la cantidad a que ascendía el encargo de la Reina a unos artífices de Paris de unas joyas de diamantes. Campillo dio la callada por respuesta y Campoflorido, en serios apuros económicos, decidió recurrir al Ministro de Estado, Marqués de Villarías, quien comunicó al Rey lo sucedido. Felipe V ordenó que se pagasen de inmediato las deudas; D. José hizo caso omiso a la orden real y Villarías tuvo que echar mano a las rentas de la Administración General de Tabaco para librar el pago. El enfado de Campillo, al enterarse, fue de tal magnitud que le turbó la quietud interior del ánimo y apenas quería alimentarse en aquellos días.
Cuando estaba despachando con el Rey, tras este incidente, lejos de mostrarse respetuoso y arrepentido, su carácter soberbio y los arranques incontrolados de ira, le sirvieron para recibir una severa reprensión del Rey que le disgustó en grado sumo y alteró su salud de modo que enfermaba el martes santo por la noche y dos días más tarde fallecía; era la mañana del día 11 de abril, Jueves Santo, de 1743.
Parece ser que Jorge Astraudi estaba convencido de que este suceso precipitó la muerte del ministro, por esa razón lo mantuvo en secreto y solamente se atrevió a descubrirlo muchos años después de la muerte de José del Campillo.
Comentarios
Publicar un comentario