El prematuro  deceso del principe Carlos, hijo de Felipe II y de su primera esposa María Manuela de Portugal, estuvo rodeado de misterio, alimentando así   las intrigas palaciegas que apuntaban  directamente al rey como autor  de la muerte  de su hijo y heredero un 24 de julio de 1568.

Francisco de Eraso, secretario del monarca, escribía al presidente  de la Audiencia de Valladolid explicando como causa  del trágico suceso algunos comportamientos  del príncipe muy en consonancia con su carácter excéntrico y su,  más que probable, grave desequilibrio mental.

...Porque deseará entender la enfermedad y causa....., me ha parecido advertirle a vuestra señoría de lo que aquí dice:
Muchos días antes  que sucediese este negocio, su alteza, con la ocasión del calor del verano y con la confianza de su complexión y edad, hizo algunos notables desórdenes en lo que tocaría a su salud, andando de continuo desnudo, casi sin ningún género de ropa y descalzo en la pieza del aposento donde estaba muy regada. Y durmiendo algunas noches al sereno sin  ropa alguna...
Y bebiendo grandes golpes de agua muy fría con nieve, en ayunas y de noche. Y aún metiendo la misma nieve en la cama...., comiendo con desorden y exceso frutas y otras cosas contrarias...

Aunque por parte del personal a su servicio se intentó por todos los medios  convencer al príncipe para que depusiese su actitud......no se pudo, en manera alguna, remediar.......sin caer en otros mayores inconvenientes.....dado el carácter  irascible del heredero y las prácticas sumamente  violentas  que solía aplicar a quien se atrevía a desobedecer sus ordenes.

.....Con la cuál desorden se entiende vino a resfriarse la virtud y  calor natural.
 Se determinó, como  ya otras veces  había hecho, a no querer en manera alguna comer....En cuya determinación perseveró....por once días....negándose en rotundo a los alimentos y tomando solamente agua fría, de manera que aunque luego consintió en tomar algunos caldos, sustancias, leche y otras cosas, el estómago estaba ya tal que ninguna cosa pudo retener y así vino a acabarse sin que remedio alguno le aprovechase.

Al parecer..... fue su muerte con tanto conocimiento de Dios y arrepentimiento...que ha sido a todos de gran satisfacción y consuelo para el dolor de este caso....






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